En el precipicio de la historia (I)
Jorge Guerrero [colaboraciones].-
En los tiempos en los que el Muro de Berlín fue derruido y en los que la URSS colapsaba, los intelectuales del otro lado del bloque hablaban del “fin de la historia” (Fukuyama, 1992). Cuando hizo falta justificar su papel como “policía mundial” hablaron del “choque de civilizaciones” (Huntington 1993; 1996). Se ponía sobre la mesa, muy resumidamente, que ciertas propuestas o realidades culturales no podían convivir.
Estas son cuestiones elaboradas desde el academicismo anglosajón, para dar forma en el ideario colectivo de la necesidad de invadir, controlar y humillar otras partes del mundo. Nada nuevo, ni algo que los EEUU hayan inventado en el S.XX o XXI. Ya en el S.XIX defendían la doctrina de “América para los americanos”, obviamente con el término americanos ha referencia a los yankees.
De la lógica de “América para los americanos” surge, con el discurrir de los años, una parte de algo que podríamos discutir mucho sobre la denominada leyenda negra, de nuestro papel colonial. Aunque, actualmente, con el nivel de forofismo existente puede resultar difícil. Ninguna metrópoli fue simpática allí donde llegaba y todas deberían hacer una lectura empática como estados modernos (el colonialismo está mal).
Y de paso incluir que no se debería practicar el colonialismo actualmente en sus diferentes formas (políticas, comerciales y culturales). La importancia de señalar con tanta fuerza el papel del colonialismo español en la América de nuestros pueblos hermanos, se debe a la funcionalidad para los yankees, que buscan eliminar posibles competidores en un área de influencia que consideran que les pertenece.
NO A LOS COLONIALISMOS
Les molestan tanto los latinos en América como a los israelíes los palestinos en la franja de Gaza y en Cisjordania. Quizás el error por parte del gobierno español durante la toma de poder de Sheimbaum en México, fue no ofrecer una respuesta integradora con perspectiva histórica y crítica con los procesos coloniales. Hablando de lo que significó para todos los pueblos del mundo la ocupación de sus tierras y la imposición cultural, más allá de las consecuencias y de los actores concretos.
A mí, como gobernante, me preocuparía más la relación con esos Estados hoy, que la posible colisión con los elementos más nacionalistas de mi país, completamente echados al monte. (Dispuesto a debatir sobre esto con quien, donde y cuando sea).
Hay otros colonialismos que importan menos, como los de los pueblos de África. No tienen una voz fuerte y siguen controlados por otras formas de colonialismo, como el que ejecuta Francia, aunque eso está cambiando. Dentro de la dinámica internacional esas ideas de independencia, respeto y valores empiezan a estar protegidas por otros actores, a los que también les conviene rebajar la influencia de las potencias occidentales. Ahí están China y Rusia. No hay colonialismos de primera ni de segunda.
Europa debería seguir el ejemplo de potencias que ha puesto en frente, en vez de a su lado. ¿Cuántas veces EEUU nos ha forzado a actuar en algún lugar a través de la OTAN? O votaciones para sus intereses en la ONU, compras y acuerdos comerciales que sólo les benefician a ellos. ¿Somos una colonia de los EEUU? Parece que una parte de nuestro pueblo apoya que eso sea así.
PATRIOTAS LAMIENDO LAS BOTAS A TRUMP
En nuestra Europa se critica mucho a China porque no dejan que entren empresas como Google, Youtube, X o toda la producción cinematográfica de EEUU sin control, sin libre mercado, pero es que no puede ser de otra manera. Los EEUU dominan y controlan lo que nos gusta, lo que compramos, lo que pensamos a través de lo que consumimos audiovisualmente, la concepción del mundo a través de sus ojos e intereses.
Deberíamos proteger más lo que necesita Europa. ¿Quizás sea tarde? Solo hay que ver cómo los EEUU, que se han pasado desde antes del S.XX poniendo y quitando gobiernos donde ha querido, ahora decide e influye en qué vamos a votar. En Europa sus aliados son la ultraderecha y lo hace eficientemente.
Dos ejemplos: en Alemania la AFD, desde que Musk comenzó a darles apoyo, ha subido de una forma incontrolable; en Inglaterra hace pocos meses los laboristas ganaron las elecciones de manera incontestable después del absoluto desastre Tory, pero apareció Musk y ReformUK va para primera fuerza.
La
manipulación de la población europea a través de los medios yankees, nos llevan a la pérdida
completa de soberanía, así como a la destrucción de los modelos democráticos
que conocemos. Más allá de la repugnancia que a mí me hace sentir VOX y
partidos de ese corte, me resulta patético e incomprensible que aquellos que se
hacen llamar patriotas, estén lamiendo las botas de Donald Trump, Elon Musk
y compañía. Porque nunca les importó España, siempre les importó el poder.
REIVINDICAR LOS VALORES PROPIOS E
INDEPENDENCIA
Una persona patriota denunciaría la incultura de Trump cuando dice que somos de los BRICS y reivindicaría ser de los PIGS (acrónimo insultante, una vez más creado por los anglosajones). Sin Portugal, Italia, Grecia y España no se entendería lo que denominamos cultura occidental. Se negaría a que un empresario extranjero se inmiscuyera en la política interna. Reivindicaría los valores propios y la independencia.
Lucharía por nuestra soberanía económica por encima de amenazas. Pero es que nuestros patriotas de extrema derecha justifican todas las sandeces y agresiones que emite su amo. Y cada vez que les llaman van corriendo a lamer sus botas y a intentar hacerse la foto (sin éxito).
Europa está condenada porque hemos aceptado sus medios de difusión, como X y demás, que abiertamente dicen que hay que informarse por ahí. Sin código deontológico, ni perfiles de seres humanos reales, sin rendir cuentas… Ellos lo llaman periodismo libre, periodismo ciudadano. Y nuestros pueblos lo compran, todo patrocinado por los políticos ultraderechistas al alza.
SOLUCIONES FÁCILES PARA MOMENTOS DIFÍCILES
Soluciones fáciles para momentos difíciles. Y ya han conquistado muchos países de Europa como Italia o Hungría, que acabarán dificultando cualquier respuesta unitaria en defensa de nuestros propios intereses.
Deberíamos poner en valor nuestra historia, valores e intereses. Buscar aliados donde solo buscamos enemigos, podría ser un punto de partida. Dejar de comprar armas a EEUU y crear nuestra propia industria y puestos de trabajo sin capital extranjero sería otro. Una integración real Europea (torpedeada por ellos continuamente para debilitar, ejemplo el Brexit) sería otra fortaleza.
Marco Rubio, jefe de la diplomacia yankee, ha dicho que no irá al G20 porque Sudáfrica utiliza el G20 para “promover la solidaridad, igualdad y sostenibilidad. En otras palabras: Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) y cambio climático”. Pues eso. Habrá segunda parte.
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