EDITORIAL - abril 2010

Doce mil parados, cinco mil personas contra las ordenanzas, quejas contra el trazado del tranvía, ésas sí son razones para tirarse de los pelos

El PSOE da ejemplo de cómo se puede desviar la atención de los graves problemas que tenemos

En varias ocasiones hemos denunciado que los políticos que nos representan dejan mucho que desear. No todos, pero sí algunos, y en bastantes casos los más representativos. Viene esto a colación por un incidente que no debería haber pasado de ahí y que ha terminado en el juzgado. (FOTO: Manuela Moreno, a la que los pelos la han llevado al juzgado).

Nos referimos al último pleno celebrado, ordinario, que en este caso sí que ha hecho honor al nombre. Al finalizar el mismo, Ernesto Marín quiso responder, por alusiones, los comentarios realizados por Manuela Moreno en la respuesta a los miembros de la “Plataforma contra el trazado del tranvía”.

Esto no le gustó a la sustituta de Román, que se había marchado antes de finalizar para asistir a un acto de los empresarios, pero al ver que el concejal popular se dirigió a estos vecinos se quedó, lo mismo que sus compañeros, a escuchar lo que les decía. El pleno ya había terminado y nada más finalizar su alocución Marín, los afectados por el trazado tranviario prorrumpieron en aplausos, lo que aún gustó menos a los socialistas. Hubo un intercambio de palabras entre Agustín Díaz y Moreno, pero nada más.

De pronto, varios ediles del PSOE con Mª Jesús Castañeda a la cabeza se lanzaron contra Díaz asegurando que éste le había dicho a la portavoz socialista que le iba a tirar de los pelos. Según los populares y otros miembros de la oposición es falso lo que dicen los del PSOE, pero este partido no ha querido dejar pasar la ocasión y ha convertido un incidente tonto, pamplinoso, en un atentado contra la mujer, amenazas a ésta, y miles de cosas más.

Les debería dar vergüenza montar estos espectáculos sobre todo utilizando algo tan serio como el maltrato a la mujer. Estas mujeres “tan progresistas” llevan a este terreno cualquier incidente que tengan con ediles de la oposición, no importa que sea mentira y que sólo ellas vean lo que nadie ve. Dudamos que sea cierto lo que dicen las socialistas, pero en el caso de que fuera verdad ¿no les parece que es sacar los pies del tiesto por algo tan nimio?

En ese salón de plenos se han dicho cosas mucho más fuertes, muchas de ellas de estas edilas que ahora se ofenden por un tócame allá este pelo. Baste recordar cómo se portaban con Ernesto Marín cuando era alcalde, insultándole continuamente, llamándole vago y explotador (“usted no trabaja, no es un ejemplo de empresario porque explota a las empleadas, no sabe llevar su empresa”, etc., etc., etc. Y ése era el comienzo de las preguntas que hacían en cada pleno, aunque el tema fuese otro).

Edilas/es socialistas (de las de ahora y de la anterior legislatura) han llamado en el pleno a Manolo Guerrero maricón/a (Polanco sabe muy bien quién, porque los ha tenido detrás y le hacía mucha gracia), a los del PP fascistas y otras cosas similares, pero se ofenden cuando a ellos les dicen lo mismo.

Se quejan de que se judicialice la política, pero quienes amenazaron con denunciar en el juzgado a Díaz fueron las seis concejalas del equipo de gobierno, aunque éste les ganó por la mano y las denunció por acusarle de amenazas a Moreno. Al día siguiente la socialista hizo lo mismo.

Después de una manifestación con cinco mil personas contra el PSOE por la aprobación de las ordenanzas, con otra plataforma que se opone al trazado del tranvía y anuncia medidas de protesta, con más de doce mil parados en la ciudad y los que vendrán en marzo, con decenas de empresas cerrando, con unas elecciones cerca y menos posibilidades de ganarlas que el Cádiz de subir a primera, cualquier cosa es buena para desviar la atención, aunque sea a costa de usar el maltrato como excusa.

Estas cuestiones sí son para tirarse de los pelos. Lo del último pleno, para olvidarlo y recapacitar.