El ciclo de teatro clásico fue un éxito de calidad y de público
La compañía “Fundación Creta-El Aedo” nos trajo la historia del Lazarillo de Tormes y “La vida es sueño”
Un año más se acercó hasta Chiclana la “Fundación Creta-El Aedo”, especialista en representar teatro clásico, tanto español como griego o latino. En esta ocasión trajeron al “Teatro Moderno” dos obras clásicas españolas, “Yo, Lázaro, la historia de El Lazarillo de Tormes”, y “Soñando a Segismundo”, sobre “La vida es sueño”, de Calderón de la Barca. En ambas, un solo actor dio vida a estas dos piezas, Jesús Torres, con actuaciones magistrales. (FOTOS: Jesús Torres en "La vida es sueño" y conferencia de Alfonso Martínez sobre Alfonso X El Sabio).
El teatro clásico no suele llegar a nuestra ciudad, aunque en los últimos tiempos empieza a verse con asiduidad, lo que abre otro campo en el mundo de la escena. Los primeros que lo están disfrutando son los alumnos de los centros escolares chiclaneros y también el público en general. La “Fundación Creta-El Aedo” ha vuelto a repetir actuación, esta vez con teatro clásico español y nada mejor que traernos una historia muy conocida, la del lazarillo de Tormes.
En “Yo, Lázaro” hay doce personajes, pero un solo actor sobre el escenario. Jesús Torres da vida a Lázaro y el resto aparece ante el espectador a través de una pantalla. La técnica actual al servicio del espectáculo y los alumnos que acudieron a ver la obra en las dos funciones fascinados por lo que les estaban contando.
Actores como Mariano Peña, Mauricio, el dueño del Bar “Reinols” de la serie “Aida”; Eduardo Macgregor o Carlos Castel estuvieron presentes en el “Moderno”. Aunque el Lazarillo es una obra muy divertida, “El Aedo” la hace mucho más amena todavía sin perder un ápice de su calidad. Al contrario, mejora representaciones de otras compañías y actores que han afrontado el reto de llevarla a la escena. Tanto los estudiantes como el público en general disfrutaron con ella.
LA VIDA ES SUEÑO
Al día siguiente, el mismo actor y la misma compañía ofrecieron otro clásico, “La vida es sueño”. La obra se llama “Soñando a Segismundo” y está basada en lo que hace siglos escribiera Pedro Calderón de la Barca, una de las obras en verso más conocidas y representadas.
De nuevo Jesús Torres afronta el reto de interpretar a los numerosos personajes que esta pieza teatral tiene, pero en esta ocasión a pecho descubierto, sin la ayuda de la técnica y con la única colaboración del público en momentos concretos de la representación. Lo mismo era Segismundo, que el rey Basilio, que varias mujeres.
Utilizó la técnica del bululú, que en el Siglo de Oro, cuando estaba prohibido representar teatro, los cómicos de la legua usaban este método para actuar, adaptándose al lugar y a lo que hubiera en cada sitio. En esta obra, la Taberna del Turco es el escenario. Jesús Torres explicó qué era el bululú y seguidamente nos contó “La vida es sueño” mezclándola con los avatares de su estreno y dándonos a conocer cada personaje.
La obra la estrenó el padre del actor y la compañía de éste, por lo que narró con todo detalle el fracaso de ese estreno, mezclándolo con diversas partes de la misma. La escenografía era la típica de una taberna, con mesas, bancos, velas, etc., que utilizaba para formar la torre donde Segismundo estaba encerrado, o el castillo, mientras iba dando vida a los distintos personajes.
La actuación de Jesús Torres fue magnífica, ya que interpretar varios papeles, durante hora y media, a un ritmo frenético y con sus diferentes registros, no está a la altura de cualquiera. Y ese gran trabajo fue largamente recompensado por el público que acudió al teatro. Ha sido una de las mejores interpretaciones que han pasado por las tablas chiclaneras.
Finalmente reseñar la conferencia pronunciada por Alfonso Martínez, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Fundación “Creta”, que con el título “La huella de Alfonso X el Sabio”, disertó sobre la importancia de Alfonso X y su obra en la literatura y en el arte.
Un año más se acercó hasta Chiclana la “Fundación Creta-El Aedo”, especialista en representar teatro clásico, tanto español como griego o latino. En esta ocasión trajeron al “Teatro Moderno” dos obras clásicas españolas, “Yo, Lázaro, la historia de El Lazarillo de Tormes”, y “Soñando a Segismundo”, sobre “La vida es sueño”, de Calderón de la Barca. En ambas, un solo actor dio vida a estas dos piezas, Jesús Torres, con actuaciones magistrales. (FOTOS: Jesús Torres en "La vida es sueño" y conferencia de Alfonso Martínez sobre Alfonso X El Sabio).
El teatro clásico no suele llegar a nuestra ciudad, aunque en los últimos tiempos empieza a verse con asiduidad, lo que abre otro campo en el mundo de la escena. Los primeros que lo están disfrutando son los alumnos de los centros escolares chiclaneros y también el público en general. La “Fundación Creta-El Aedo” ha vuelto a repetir actuación, esta vez con teatro clásico español y nada mejor que traernos una historia muy conocida, la del lazarillo de Tormes.
En “Yo, Lázaro” hay doce personajes, pero un solo actor sobre el escenario. Jesús Torres da vida a Lázaro y el resto aparece ante el espectador a través de una pantalla. La técnica actual al servicio del espectáculo y los alumnos que acudieron a ver la obra en las dos funciones fascinados por lo que les estaban contando.
Actores como Mariano Peña, Mauricio, el dueño del Bar “Reinols” de la serie “Aida”; Eduardo Macgregor o Carlos Castel estuvieron presentes en el “Moderno”. Aunque el Lazarillo es una obra muy divertida, “El Aedo” la hace mucho más amena todavía sin perder un ápice de su calidad. Al contrario, mejora representaciones de otras compañías y actores que han afrontado el reto de llevarla a la escena. Tanto los estudiantes como el público en general disfrutaron con ella.
LA VIDA ES SUEÑO
Al día siguiente, el mismo actor y la misma compañía ofrecieron otro clásico, “La vida es sueño”. La obra se llama “Soñando a Segismundo” y está basada en lo que hace siglos escribiera Pedro Calderón de la Barca, una de las obras en verso más conocidas y representadas.
De nuevo Jesús Torres afronta el reto de interpretar a los numerosos personajes que esta pieza teatral tiene, pero en esta ocasión a pecho descubierto, sin la ayuda de la técnica y con la única colaboración del público en momentos concretos de la representación. Lo mismo era Segismundo, que el rey Basilio, que varias mujeres.
Utilizó la técnica del bululú, que en el Siglo de Oro, cuando estaba prohibido representar teatro, los cómicos de la legua usaban este método para actuar, adaptándose al lugar y a lo que hubiera en cada sitio. En esta obra, la Taberna del Turco es el escenario. Jesús Torres explicó qué era el bululú y seguidamente nos contó “La vida es sueño” mezclándola con los avatares de su estreno y dándonos a conocer cada personaje.
La obra la estrenó el padre del actor y la compañía de éste, por lo que narró con todo detalle el fracaso de ese estreno, mezclándolo con diversas partes de la misma. La escenografía era la típica de una taberna, con mesas, bancos, velas, etc., que utilizaba para formar la torre donde Segismundo estaba encerrado, o el castillo, mientras iba dando vida a los distintos personajes.
La actuación de Jesús Torres fue magnífica, ya que interpretar varios papeles, durante hora y media, a un ritmo frenético y con sus diferentes registros, no está a la altura de cualquiera. Y ese gran trabajo fue largamente recompensado por el público que acudió al teatro. Ha sido una de las mejores interpretaciones que han pasado por las tablas chiclaneras.
Finalmente reseñar la conferencia pronunciada por Alfonso Martínez, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Fundación “Creta”, que con el título “La huella de Alfonso X el Sabio”, disertó sobre la importancia de Alfonso X y su obra en la literatura y en el arte.
Al final el tiempo me dió la razón. Hay que rescatar los grandes clásicos. La juventud lo necesita.
ResponderEliminarTienen que tener mas puntos de vistas y no el "sesgado" que se les impone en las aulas.
¿Jesus, un ciclo del Siglo de Oro Español?.
Piensalo campeón y ánimo.
Este muchacho es un gran actor y hace que obras en principio duras de ver se conviertan en obras divertidas. A mí me gustó mucho la de la vida es sueño, la otra no la pude ver.
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