EDITORIAL-Diciembre 2011

El PSOE no sabe perder, habrá que enseñarle

Dicen que es más importante saber perder que ganar y aseguran los deportistas que lo importante es participar, aunque suena más a teoría que otra cosa. Estas premisas no las utiliza el PSOE de Chiclana que, acostumbrado a ganar elecciones durante treinta años, no ha sabido encajar que por primera vez el Partido Popular haya sacado más votos que él y desde el día siguiente de tomar posesión del Ayuntamiento, sólo se ha dedicado a boicotear al nuevo equipo de gobierno. (FOTO: José María Román y el PSOE aún no han asimilado que perdieron las elecciones y la alcaldía y no paran de poner zancadillas al equipo de gobierno).


Ha dejado el Ayuntamiento con una deuda de 156 millones de euros, con un PGOU definitivamente anulado por el Tribunal Supremo, lo que nos devuelve al siglo pasado y la ciudad queda paralizada hasta que no entren en vigor las Normas Transitorias, que tardarán unos meses. Sólo estas dos gestiones del PSOE y de José María Román son suficientes para que tanto el ex-alcalde como los que formaron parte de su equipo de gobierno presentaran la dimisión.

Sin embargo, en vez de irse, pedir perdón a los chiclaneros por la nefasta gestión realizada en todos estos años, se dedican a torpedear a Ernesto Marín cada día y en cada pleno, llegando a votar en contra de cuestiones tan importantes como pedir un crédito ICO para pagar miles de facturas que ellos han dejado de abonar, llevando por ello la ruina a muchos comerciantes y pequeños empresarios.

Desde que perdió las elecciones, la mala uva ha aflorado no sólo en los ediles y edilas que estaban con Román en la pasada legislatura, sino que ha contaminado y contagiado a los nuevos, especialmente a un político, apartado durante varios años de este mundillo, que parece haber sufrido una transformación como la niña del Exorcista: Jerónimo Andreu. El otrora político tranquilo y sosegado se ha convertido en pocos meses en un concejal faltón, insultante, con malos modos, perdiendo los papeles de forma lamentable.

El desconocimiento que demuestra de la política chiclanera, y eso que vive en el Novo Sancti Petri desde hace años, no le ha valido para ser prudente y comedido en sus manifestaciones. Al contrario, repite como un loro lo que dicta el manual romanista, que no socialista, y en ese manual la mentira y la descalificación personal son los ejes de su política municipal.

Sentarse al lado de Cándida Verdier y teniendo delante a quien tiene, imprime carácter, mal carácter. La última boutade del ínclito Andreu ha sido contra uno de los concejales más serios y trabajadores del equipo de gobierno: Stefan Schauer. Éste ya le contesta debidamente en la entrevista concedida a PUENTE CHICO, por lo que no vamos a ahondar en este asunto. Si no quiere echar por tierra el prestigio y buen nombre que tenía, debería reflexionar y cambiar de actitud. A él ni le va ni le viene esta guerra que mantiene Román contra Marín.

Y el PSOE también debería recapacitar, aunque viendo que los nuevos alevines socialistas (entre ellos José Vera, futurible sucesor del actual portavoz municipal) utilizan los mismos métodos, mucho nos tememos que la tan ansiada y esperada renovación que claman los militantes del PSOE no se va a poder llevar a cabo.

Ahora, hasta marzo, los sables están envainados entre ellos, aunque para desfogarse usan los plenos. La derrota de las generales los ha vuelto más rabiosos. Igual el batacazo en las autonómicas les aplaca. Por fortuna sólo quedan cuatro meses para comprobarlo.