Caerse del guindo...
FĂ©lix ArbolĂ [colaborador].-
Hay una expresiĂłn muy castellana que se usa con frecuencia: “Caerse del guindo”. Su versiĂłn más extendida significa “salir de la ignorancia en que se estaba; madurar; caer en la cuenta o enterarse de algo obvio”. Existe otra acepciĂłn más coloquial que la relaciona con “quitar” o robar” y se utiliza mayormente para comentar que fulanito le ha “guindado” la novia a zutanito.
Aunque por ese afán que tenemos en hundir y oprobiar aĂşn más al caĂdo en desgracia, la sustituyen generalmente por la menos florida y más contundente de “ponerle los cuernos”. No sĂ© de donde procede, ni quĂ© relaciĂłn pueda tener la cornamenta con el desamor o la traiciĂłn, ni el por quĂ© se ha generalizado de manera tan rápida.
No piensen que voy a dedicar mi artĂculo a lĂos amorosos y traiciones sentimentales, ya que no es Ă©sa mi intenciĂłn, aunque el tema darĂa para llenar, no digo un artĂculo, sino una enciclopedia. Los asuntos de infidelidades y “cameos” adĂşlteros, han acompañado al hombre desde sus inicios y nunca han pasado de moda. Menos aĂşn en estos tiempos en los que la moral y la honestidad se han quedado obsoletas y han desaparecido de nuestras vidas para convertirse en prĂłdiga fuente de ingresos y rápidos “ascensores” profesionales.
La desnudez humana en su total dimensiĂłn y sus recovecos anatĂłmicos, genera suculentos ingresos, contrataciones estrellas y una saneada cuenta bancaria a sus desinhibidas protagonistas y a sus permisivos novios y maridos que no les importa exponer pĂşblicamente las partes más Ăntimas de su pareja, para que sirva de provocaciĂłn sexual, si con ello aumentan sus ingresos de manera sustanciosa y ese “objeto del deseo masivo” alcanza fama y popularidad.
Como ya he advertido, no van por ahĂ mis “tiros” en esta ocasiĂłn. Me quiero referir a que en España, aĂşn seguimos en el guindo, sin poder vencer nuestra crasa ignorancia y necia ingenuidad. Para remate, por obra y gracia del señor Rajoy no sĂłlo no hemos salido de este letargo mental ya ancestral, sino que nos ha echado al “guindo” encima, con todas sus consecuencias, circunstancias y recelos.
RECELOS Y DESCONCIERTO
El nombramiento de Luis de Guindos, para ocupar una de las carteras ministeriales de más altas responsabilidades, nos ha cogido por sorpresa y una cierta preocupación. Más aún al considerar las medidas aprobadas, las que se van a aprobar y las que nos llegarán en un futuro nada lejano.
Para cierta prensa internacional y especialistas en temas financieros, su nombramiento ha causado algunos recelos y desconcierto y no por su falta de preparaciĂłn y competencia que tiene suficientemente demostrada, sino por comprobar su curriculum profesional al frente de grandes empresas que han quedado malparadas, aunque pueda estar libre de culpa en tales desaciertos.
Luis de Guindo, nuestro flamante ministro de EconomĂa y Competitividad sĂłlo tiene 51 años, pero su vida profesional ha sido prĂłdiga en altos cargos, direcciĂłn de grandes empresas, asesor de importantes Bancos y financieras internacionales y no sĂ© cuantas cosas más, todas ellas ligadas al mundo del dinero, pero desde dentro, manejándolo a su antojo, “yendo con las del Beri”, como dicen en mi AndalucĂa, a los que buscan el mayor beneficio para su empresa de la manera que sea.
Espero que en esta gran empresa nacional donde lo han colocado siga con idĂ©nticas intenciones. Me figuro que su habilidad en capear temporales y aguas procelosas y salir airoso y sin secuelas en tan duras pruebas serán los motivos que han impulsado a Rajoy para encargarle no sĂłlo la cartera de EconomĂa, sino tambiĂ©n la de Competitividad.
DE LEHMAN BROTHERS A MINISTRO DE ECONOMĂŤA
Nuestro flamante ministro ha sido director de las filiales en España y Portugal del Lehman Brothers, el cuarto Banco de inversiones en los Estados Unidos. Una etapa que no le deja en muy buen lugar si tenemos en cuenta su quiebra y bancarrota total, por causa de las hipotecas basuras.
Él era el que “llevaba la batuta” de esta entidad en ambos paĂses europeos y, como hemos podido comprobar, la orquesta financiera desafinĂł y todo se fue al garete. No es muy buena referencia en su curriculum.
Si rectificar es de sabio, espero que el señor de Guindos rectifique de sus errores anteriores en Lehman y nuestros violines, oboes y demás instrumentos funcionen con más acierto y no nos cause un desenlace semejante. Nadie mejor que un banquero para saber los entresijos internos de la Banca y descubrir las triquiñuelas financieras de sus colegas.
En este caso podemos decir que posee sobradas razones y conocimientos para solucionar esta crisis, siempre que se atreva a levantar las lujosas alfombras y moquetas de los grandes Bancos y saque todo lo que se halla oculto y sin control, para contribuir de manera decisiva a solucionar el mal que nos atosiga.
FALTA DE VISTA
Creo que por ello, aparte de la de EconomĂa, le han dado la cartera de la Competitividad, porque se ha de enfrentar a autĂ©nticos “minotauros” y difĂciles laberintos. Algunos analistas internacionales y prensa especializada extranjera y española se pregunten por quĂ© ha ofrecido Rajoy una cartera tan importante, decisiva y complicada a un señor que no supo ver a tiempo, o si lo vio no le hizo caso, la ruina que le venĂa a su empresa. No creo que en su nuevo cargo nos deje en la misma tesitura.
Tiene varios objetivos, aunque al tratarse de promesas de un polĂtico, no sean muy de fiar. Entre las más importantes, la contenciĂłn del gasto en administraciones pĂşblicas y una serie de reformas en sectores laborales y financieros. Asimismo, someter a control los gastos y presupuestos de las Comunidades, a lo que Cataluña, PaĂs Vasco y Canarias se oponen.
Espero que este control, que me parece acertadĂsimo, se haga asimismo en la AdministraciĂłn Central, en los salarios de los altos cargos, la eliminaciĂłn de privilegios econĂłmicos y fiscales a diputados y senadores y seleccionar las subvenciones a asociaciones, grupos y otras entidades, para evitar el vergonzoso e injustificado derroche del gobierno anterior.
Sin omitir, por supuesto, el informe al Banco de España sobre las altas retribuciones de directivos de bancos y cajas intervenidas. Sobre el papel, todo recomendable y perfecto, sĂłlo hace falta que no quede en el espejismo al que nos tienen acostumbrados nuestros polĂticos cuando asientan sus posaderas en el sillĂłn ministerial o escaño del hemiciclo.
Hay una expresiĂłn muy castellana que se usa con frecuencia: “Caerse del guindo”. Su versiĂłn más extendida significa “salir de la ignorancia en que se estaba; madurar; caer en la cuenta o enterarse de algo obvio”. Existe otra acepciĂłn más coloquial que la relaciona con “quitar” o robar” y se utiliza mayormente para comentar que fulanito le ha “guindado” la novia a zutanito.
Aunque por ese afán que tenemos en hundir y oprobiar aĂşn más al caĂdo en desgracia, la sustituyen generalmente por la menos florida y más contundente de “ponerle los cuernos”. No sĂ© de donde procede, ni quĂ© relaciĂłn pueda tener la cornamenta con el desamor o la traiciĂłn, ni el por quĂ© se ha generalizado de manera tan rápida.
No piensen que voy a dedicar mi artĂculo a lĂos amorosos y traiciones sentimentales, ya que no es Ă©sa mi intenciĂłn, aunque el tema darĂa para llenar, no digo un artĂculo, sino una enciclopedia. Los asuntos de infidelidades y “cameos” adĂşlteros, han acompañado al hombre desde sus inicios y nunca han pasado de moda. Menos aĂşn en estos tiempos en los que la moral y la honestidad se han quedado obsoletas y han desaparecido de nuestras vidas para convertirse en prĂłdiga fuente de ingresos y rápidos “ascensores” profesionales.
La desnudez humana en su total dimensiĂłn y sus recovecos anatĂłmicos, genera suculentos ingresos, contrataciones estrellas y una saneada cuenta bancaria a sus desinhibidas protagonistas y a sus permisivos novios y maridos que no les importa exponer pĂşblicamente las partes más Ăntimas de su pareja, para que sirva de provocaciĂłn sexual, si con ello aumentan sus ingresos de manera sustanciosa y ese “objeto del deseo masivo” alcanza fama y popularidad.
Como ya he advertido, no van por ahĂ mis “tiros” en esta ocasiĂłn. Me quiero referir a que en España, aĂşn seguimos en el guindo, sin poder vencer nuestra crasa ignorancia y necia ingenuidad. Para remate, por obra y gracia del señor Rajoy no sĂłlo no hemos salido de este letargo mental ya ancestral, sino que nos ha echado al “guindo” encima, con todas sus consecuencias, circunstancias y recelos.
RECELOS Y DESCONCIERTO
El nombramiento de Luis de Guindos, para ocupar una de las carteras ministeriales de más altas responsabilidades, nos ha cogido por sorpresa y una cierta preocupación. Más aún al considerar las medidas aprobadas, las que se van a aprobar y las que nos llegarán en un futuro nada lejano.
Para cierta prensa internacional y especialistas en temas financieros, su nombramiento ha causado algunos recelos y desconcierto y no por su falta de preparaciĂłn y competencia que tiene suficientemente demostrada, sino por comprobar su curriculum profesional al frente de grandes empresas que han quedado malparadas, aunque pueda estar libre de culpa en tales desaciertos.
Luis de Guindo, nuestro flamante ministro de EconomĂa y Competitividad sĂłlo tiene 51 años, pero su vida profesional ha sido prĂłdiga en altos cargos, direcciĂłn de grandes empresas, asesor de importantes Bancos y financieras internacionales y no sĂ© cuantas cosas más, todas ellas ligadas al mundo del dinero, pero desde dentro, manejándolo a su antojo, “yendo con las del Beri”, como dicen en mi AndalucĂa, a los que buscan el mayor beneficio para su empresa de la manera que sea.
Espero que en esta gran empresa nacional donde lo han colocado siga con idĂ©nticas intenciones. Me figuro que su habilidad en capear temporales y aguas procelosas y salir airoso y sin secuelas en tan duras pruebas serán los motivos que han impulsado a Rajoy para encargarle no sĂłlo la cartera de EconomĂa, sino tambiĂ©n la de Competitividad.
DE LEHMAN BROTHERS A MINISTRO DE ECONOMĂŤA
Nuestro flamante ministro ha sido director de las filiales en España y Portugal del Lehman Brothers, el cuarto Banco de inversiones en los Estados Unidos. Una etapa que no le deja en muy buen lugar si tenemos en cuenta su quiebra y bancarrota total, por causa de las hipotecas basuras.
Él era el que “llevaba la batuta” de esta entidad en ambos paĂses europeos y, como hemos podido comprobar, la orquesta financiera desafinĂł y todo se fue al garete. No es muy buena referencia en su curriculum.
Si rectificar es de sabio, espero que el señor de Guindos rectifique de sus errores anteriores en Lehman y nuestros violines, oboes y demás instrumentos funcionen con más acierto y no nos cause un desenlace semejante. Nadie mejor que un banquero para saber los entresijos internos de la Banca y descubrir las triquiñuelas financieras de sus colegas.
En este caso podemos decir que posee sobradas razones y conocimientos para solucionar esta crisis, siempre que se atreva a levantar las lujosas alfombras y moquetas de los grandes Bancos y saque todo lo que se halla oculto y sin control, para contribuir de manera decisiva a solucionar el mal que nos atosiga.
FALTA DE VISTA
Creo que por ello, aparte de la de EconomĂa, le han dado la cartera de la Competitividad, porque se ha de enfrentar a autĂ©nticos “minotauros” y difĂciles laberintos. Algunos analistas internacionales y prensa especializada extranjera y española se pregunten por quĂ© ha ofrecido Rajoy una cartera tan importante, decisiva y complicada a un señor que no supo ver a tiempo, o si lo vio no le hizo caso, la ruina que le venĂa a su empresa. No creo que en su nuevo cargo nos deje en la misma tesitura.
Tiene varios objetivos, aunque al tratarse de promesas de un polĂtico, no sean muy de fiar. Entre las más importantes, la contenciĂłn del gasto en administraciones pĂşblicas y una serie de reformas en sectores laborales y financieros. Asimismo, someter a control los gastos y presupuestos de las Comunidades, a lo que Cataluña, PaĂs Vasco y Canarias se oponen.
Espero que este control, que me parece acertadĂsimo, se haga asimismo en la AdministraciĂłn Central, en los salarios de los altos cargos, la eliminaciĂłn de privilegios econĂłmicos y fiscales a diputados y senadores y seleccionar las subvenciones a asociaciones, grupos y otras entidades, para evitar el vergonzoso e injustificado derroche del gobierno anterior.
Sin omitir, por supuesto, el informe al Banco de España sobre las altas retribuciones de directivos de bancos y cajas intervenidas. Sobre el papel, todo recomendable y perfecto, sĂłlo hace falta que no quede en el espejismo al que nos tienen acostumbrados nuestros polĂticos cuando asientan sus posaderas en el sillĂłn ministerial o escaño del hemiciclo.
Pon tu comentario