EDITORIAL JUNIO 2016-El primer año de gobierno socialista, vuelta a la oscuridad

Hoy volvemos a las Normas Subsidiarias de 1987 “gracias” al PSOE.-

Decíamos hace un año que con el triunfo del PSOE en las elecciones municipales, Chiclana retrocedía de nuevo al pasado, porque volveríamos a la falta de transparencia, al oscurantismo, al enchufismo y al veto. Y así ha sido. José María Román dejó un Ayuntamiento arruinado, una ciudad con más de 13.000 parados y sin PGOU al anularlo por tercera vez el Tribunal Supremo.

En los cuatro años de gobierno del PP, primero solo y con el PVRE después, éste tuvo que trabajar con una ciudad sin recursos y con la crisis en su momento más duro. Y Chiclana salió adelante.

El PSOE trabajó en la sombra creando o apoyando asociaciones, que recogían firmas contra el PP, se manifestaban en la puerta del Ayuntamiento pidiendo que se bajara el IBI, que se crearan planes de empleo, que diera trabajo, que municipalizara a las trabajadoras de la limpieza, etc., etc., etc.

Román prometió bajar el IBI, que ya lo hizo el PP en un 35%, y en cuanto llegó al sillón cambió el discurso. Ya el IBI no se bajaba, sino que lo tenía que subir porque el Ayuntamiento estaba en bancarrota por culpa de la bajada del PP. La “Asociación por un IBI Real”, que estuvo dos años recogiendo firmas, se calló y nada ha dicho sobre las intenciones socialistas de subir este impuesto. Bueno, sí. Ha firmado un convenio en el que aceptan que se suba el IBI por razones económicas.

Las limpiadoras no se han vuelto a manifestar y aunque dice el PSOE que va a municipalizar el servicio, llevamos un año y todo sigue igual, menos las protestas de estas mujeres.



RETROCESO DE 29 AÑOS EN URBANISMO

De aquellos parados que pedían un trabajo digno y planes de empleo municipales al PP nunca más se supo. Los planes de empleo municipales que el PSOE prometió no se han hecho. Excepto colocar a su vicesecretario local, Manuel Chozas, con un sueldazo en EMSISA, poco más se sabe.

Lo que criticó en la oposición es lo que está haciendo en el poder. De lo que dijo que haría, no ha realizado nada. Ni el PGOU, que aprobó el mismo del PP, que en la oposición no valía y ahora es la salvación de Chiclana. PGOU que muy probablemente será anulado, como los otros que hizo.

Desde hoy lunes, 27 de junio, volvemos a las Normas Subsidiarias de 1987 al no haberse aprobado a tiempo el Plan General, ya que la vigencia de dos años de las Normas Sustantivas finalizaron ayer domingo, con lo que volvemos a unas normas urbanísticas de hace 29 años, todo un “avance” para esta ciudad, que se tiene que regir por algo de cuando teníamos unos 30.000 habitantes. Ahora estamos cerca de los 90.000, censados. Pero somos más. Mayor retroceso no se puede dar y todo “gracias” al gran “trabajo” del PSOE n este año de “gobierno”.

Chiclana vuelve a estar sucia, llena de baches, no ayudan a los comercios, ni a los hosteleros, ni a los más necesitados. El Centro de Servicios Sociales lleva más de un año terminado y no lo han abierto porque lo hizo el PP, deteriorándose por ese cierre, mientras los trabajadores y usuarios tienen que seguir en unas instalaciones que se caen a pedazos.

CIUDAD MUERTA Y SIN VISOS DE CAMBIO

Firmó un acuerdo de investidura con IU que incumplió (previsible) y el pacto con Ganemos ha llevado a su ruptura. Por cierto, Adrián Sánchez, dijo el día que salió elegido: “Ganemos Chiclana no pactará con el PSOE, PP o IU, queremos ser el altavoz de los ciudadanos en el Pleno”.

Diez meses después y en contra de la opinión de la inmensa mayoría de sus compañeros, se ha convertido en el altavoz de Román, aprobando todo lo que criticó en la oposición, PGOU incluido.

Las malas artes socialistas siguen presentes. Quiso que Stefan Schauer dejara el PP y se uniera a su equipo como concejal de Turismo. Los populares se negaron pero meses después el edil abandonó el partido y ahora es un miembro más del equipo romaní, aunque oficialmente siga en el grupo de los no adscritos.
Chiclana ha vuelto al oscuro pasado del que creíamos haber salido. El primer año de este periodo corporativo no ha podido ser más nefasto, con una ciudad muerta y sin visos de cambio. Y todavía nos quedan tres años.