El cine empezó a hablar
Hace ochenta y nueve años que el cine empezó a hablar. Es decir, cesaron los gestos y llegaron las palabras. Y ese acontecimiento artístico, ese descubrimiento tan fabuloso, hizo que muchos mitos cinematográficos desaparecieran de nuestras pantallas y se perdieran en el recuerdo o la efemérides, al no acoplarse su tono de voz y su encanto al expresarse con el papel que debía interpretar.
Podemos citar como ejemplos a John Gilbert, Buster Keaton, Douglas Fairbanks, Pola Negri, Mary Pickford, Lon Chaney, -que murió en 1930, y era llamado el hombre de las mil caras por sus variados y difíciles personajes llevados a la pantalla- y otros muchos que haría exhaustiva la relación.
Al principio del arte cinematográfico, un comentarista iba explicado y relatando al público lo que ocurría en la pantalla, oculto a las miradas del espectador. Y la acción no requería comentario, un pianista cercano a la pantalla y un tanto escondido a miradas ajenas, amenizaba el espectáculo con una música apropiada a lo que ocurría.
Gran parte de estas películas eran cómicas, pues es un método más sencillo para hacer reír, sin tener que ir explicando lo que ocurría y más seguro para acaparar el interés de los espectadores a la sala donde se proyectaba la película. EL CANTOR DEL JAZZ
Ver hacer el idiota, caídas tontas que ocasionaban gracia, eran más fáciles de darlas a entender y captar la atención del público, que una escena de amor, de llanto y de tragedia, siempre narrada de la manera más concisa por una misma voz, se viera lo que se viera.
Hay quienes creen que la primera película sonora, con sus lógicas limitaciones y fallos, fue una obra de Alan Crosland, aunque antes, en 1900 y en Paris, se había proyectado una corta y sonora sin mucho éxito ante sus numerosas deficiencias. Los historiadores y estudiosos del tema, citan como primera película comercial sonora El cantor de jazz, o The Jazz, como figuraba anunciada al principio, protagonizada por Al Jolson y May McAvoy y dirigida por el ya citado Crosland.
El cantor de Jazz -buen titulo y argumento para iniciar el sonoro-, fue la que incorpora el sonido sincronizado en algunas de sus escenas. Yo la vi en mis años de infancia y me gustó, pues no había mucho más que ver en aquella lejana fecha.
EL GRAN CHAPLIN
No obstante, sí pude presenciar y saciarme con las primeras películas, donde alternaban las palabras de los protagonistas con una voz en off, que explicaba las circunstancias, alternando con una música de piano en las escenas donde actores y actrices no tenían mucha actividad corporal. No hace falta recordar que uno de los grandes mitos del cine universal, en su época muda como sonora, fue nuestro Charles Chaplin, el famoso Charles Chaplin, mas conocido por Charlot.
Al principio, todo era rudimentario y la voz del protagonista no coincidía a la perfección como ahora, con el movimiento de sus labios. Luego la técnica ha ido evolucionando, como todo en esta vida, menos nuestro respeto a la Naturaleza y la consecución de nuestra mejor manera de vivir.
Hoy se ven efectos inverosímiles, que hacen saltar al espectador de su butaca o chillar enloquecido de miedo o de risa, ante la perfección de sus efectos especiales. ¿Les parece muy antigua esta aparición de la voz en las pantallas? A mí también, pero me doy cuenta que aprendimos a hablar casi al mismo tiempo.
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