Las lecciones del coronavirus
FĂ©lix de la Fuente [colaboraciones].-
Dos semanas de encerramiento forzoso nos han hecho tomar
conciencia de la gravedad de la situación pero también de la gravedad de otras
muchas cosas. El hecho de que estemos confinados dentro de cuatro paredes no
quiere decir que tengamos los ojos cerrados. Conviene que lo sepan los que
tratan de adoctrinarnos diariamente con aburridos y vacĂos sermones en la tele.
Hablando en positivo, y para que el despertar no nos vuelva a
pillar con el paso cambiado, he constatado en primer lugar, que tenemos unos
profesionales de la sanidad y unas fuerzas armadas (ejĂ©rcito y policĂa), además
de muchĂsimos otros extraordinarios profesionales que nos están facilitando la
vida estos dĂas, que no nos merecemos.
Para toda esta gente extraordinaria, ¡chapeau, chapeau y chapeau,
para todos ellos y también para sus familias!, pues estoy seguro de que los
grandes valores que nos están mostrando los han adquirido en sus propias
familias
Por otro lado, tenemos unos dirigentes que sĂ nos merecemos,
porque a estos sĂ los hemos votado, unos dirigentes elegidos por el pueblo
español. Y frente al caos que estamos viviendo no nos lavemos las manos, y que
cada uno asuma su responsabilidad. Yo me reservo mi crĂtica para otros
momentos, pues creo que ya he dicho bastante. Cuando recordé que se estaban
cometiendo “crĂmenes de guerra”.
POLĂŤTICOS ROBOT
He constatado también con satisfacción que se está hablando a
nivel de la UE de un sueldo básico universal. No tiene por quĂ© ser y no deberĂa
ser necesariamente un regalo, pero el derecho a la vida debe estar por encima
de todo. Este derecho es algo que tiene que plasmarse en la vida real, no sĂłlo
en las constituciones.
Otra lecciĂłn interesante nos la ha dado la imagen del Parlamento
durante la sesiĂłn del miĂ©rcoles. ¿HabĂ©is visto cuántos parlamentarios sobran?
¿HabĂ©is pensado cuánto dinero se puede ahorrar en viajes, dietas,
desplazamiento etc.? En el momento de las votaciones de los parlamentos, ¿es
necesario desplazarse a Madrid para levantar automáticamente el brazo como un
robot, siguiendo las Ăłrdenes de uno que los dirige?
¿No se podrĂan sustituir en los parlamentos unos robots que comen,
beben, viajan, por otros robots que solamente cuestan al comprarlos, pero que
después ni comen ni beben, ni se desplazan? Si ya los utilizamos en la
industria, ¿por quĂ© no utilizarlos en los parlamentos? El 95 % de los
parlamentarios son totalmente reemplazables. No los echarĂamos de menos, pues n
siquiera los conocemos.
El coronavirus nos ha mostrado mucha solidaridad, pero también
mucho egoĂsmo, tanto a nivel de los ciudadanos como a nivel de los polĂticos,
aunque a nivel de los polĂticos el egoĂsmo y el nacionalismo han predominado
por encima de la solidaridad. No es admisible que China y Rusia sean más
solidarias con Italia que los demás paĂses de la UniĂłn Europea.
REDUCCIĂ“N DE POLĂŤTICOS Y DE CARGOS INĂšTILES
No es admisible que los paĂses que por diversas razones más se han
beneficiado de la existencia de la UE -Holanda y Alemania- se opongan
constantemente a la creaciĂłn de los coronabonos, es decir a unos instrumentos
de deuda comĂşn de la zona euro, por muy justificada que pueda estar su actitud
ante el despilfarro de los gobernantes de otros paĂses. No pueden hacer pagar a
los ciudadanos la incompetencia de sus gobernantes.
Estamos en la era de las fakenews (noticias falsas). Algo muy
grave. Pero también es muy grave que en un momento de semidictadura en la
informaciĂłn, nos oculten o nos tergiversen la verdad. TambiĂ©n esto deberĂa
estar penado, lo mismo que deberĂan estar penadas las falsas promesas
electorales que luego no se cumplen. Más grave que las fakenews es ocultar la
verdad a los ciudadanos.
En el momento presente preferirĂa vivir en muchos paĂses antes que
en España, y me siento muy español. ¿No os ha ocurrido nunca el tener ganas o
estar a punto de saltar de un coche o de un autobĂşs en marcha al ver cĂłmo
conduce el que está al volante? Pues esa es la sensación que tenemos
actualmente muchos ciudadanos españoles.
En la era post coronavirus todo deberá ser muy diferentes, Se
impone el derecho a la vida, se impone el derecho a la verdad, se impone el
teletrabajo, la videoconferencia, el voluntariado polĂtico y la reducciĂłn de
los polĂticos profesionales y de los cargos inĂştiles. Si empleamos el dinero en
gastos inĂştiles, luego no tendremos para los gastos necesarios. Si nos pasamos
los tiempos de bonanza haciendo de cigarra, no es extraño que durante el
invierno la hormiga se nos rĂa a la cara.
A este hombre no hace falta llevarle la contraria, se basta el solo.
ResponderEliminarTenemos los gobernantes que nos merecemos porque son los que hemos votados y quiere que sus incompetencias las pagen holandeses y alemanes. Pa mear y no echar gota.