Los ecologistas consideran un retroceso histórico, la desregulación ambiental aprobada por la Junta de Andalucía
Afirman
que es inaceptable por la pérdida de las garantías ambientales de las normas
andaluzas, falta de transparencia y un atentado a la participación pública.-
Las asociaciones Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF han mostrado su malestar porque aprovechando la actual situación de excepcionalidad, el Parlamento de Andalucía ha convalidado –con los votos de PP, Cs y Vox– el decreto aprobado recientemente por el Gobierno de la Junta, por el que “se desregulan numerosas actividades económicas, se reduce la participación pública y se eliminan garantías ambientales”.
Según
estas organizaciones ecologistas “se trata de
un auténtico despropósito que, con el argumento de agilizar trámites
administrativos para reducir el impacto socioeconómico del Brexit y de la
pandemia del coronavirus, la Junta de Andalucía cambie 21 leyes y 6 decretos a
través de una convalidación, con un reducido número de parlamentarios a causa
de la cuarentena”.
La
mayoría de estas modificaciones “nada tienen que ver con una pretendida
simplificación de trámites burocráticos. Muy al
contrario, pretenden reeditar el modelo económico imperante durante los años de
la burbuja especulativa, que llevó a España a la crisis de 2008, al tiempo que
se reduce el papel de la administración pública en la defensa y salvaguarda de
la naturaleza y los derechos sociales”.
Estos
cambios legislativos y normativos “pueden
provocar importantes daños ambientales y territoriales y fomentar, de nuevo,
entre otras cosas, la especulación urbanística, afectando también a otros
sectores sociales y económicos”.
MODIFICACIONES
Entre las principales modificaciones destacan las
siguientes: Se amplían las actuaciones que se
pueden declarar de Interés Autonómico, lo que facilita su tramitación y
aprobación, como son urbanizaciones residenciales supramunicipales, puertos y
aeropuertos, embalses, grandes establecimientos comerciales, turísticos e
industriales.
Se
modifica la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) para reducir
plazos en la tramitación de planes urbanísticos, a pesar de la imposibilidad de
la propia Junta de cumplirlos para evaluar informes, con lo que se aprobarán
sin las debidas garantías.
Se sustituyen los Planes Especiales y Proyectos de Actuación en Suelo No Urbanizable para la implantación de diversas infraestructuras, canteras y minas por un mero informe. Se elimina así la obligación de someter esos planes a Evaluación Ambiental Estratégica.
Se
modifica la Ley de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental (GICA),
sustituyendo el régimen de Autorización Ambiental Unificada, al que se
encontraban sometidos determinados proyectos y actuaciones por el de
Calificación Ambiental, con muchas menos exigencias, y que aprueban los
Ayuntamientos.
VERTIDOS
Modificación de la Ley del Sector Público de Andalucía,
para “dinamizar” la privatización del patrimonio agrario público de la
Junta de Andalucía. Se modifica el Reglamento
que regula el régimen aplicable a los suelos contaminados, permitiéndose en los
proyectos de recuperación voluntaria, dejar los suelos contaminados confinados
en el lugar donde se encuentren.
Se
cambia el Reglamento de Vertidos al Dominio Público Hidráulico y al Dominio
Público Marítimo-Terrestre, para eliminar la obligación de dotar de red de
alcantarillado y depuración conjunta de aguas residuales a las urbanizaciones
ilegales que se pretendan legalizar.
También la Ley de medidas frente al Cambio Climático,
eliminando la obligación del cálculo de la huella de carbono de productos y
servicios. Para Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF, “si
las formas y el momento de la aprobación son inaceptables, mucho más lo es el
contenido y la justificación del Decreto”.
Éste
es representativo “de la forma en que la Junta
de Andalucía entiende que debemos actuar al salir de la crisis, desregulando
procesos que nos garantizan el buen funcionamiento de actividades y proyectos,
eliminando cautelas bajo el pretexto de agilizar plazos –cuando la falta de
agilidad administrativa es culpa del mal funcionamiento de la propia Junta de
Andalucía en muchas ocasiones–, eludiendo procesos de participación pública
–incluso, en contra de los objetivos de leyes estatales y directivas
comunitarias– y, en definitiva, permitiendo el todo vale”.
ACCIONES
LEGALES
Aseguran
que “estamos atravesando momentos muy difíciles
debido a las pérdidas personales y socioeconómicas derivadas de la crisis del
coronavirus. Es precisamente en estos momentos cuando resulta vital un buen
corpus administrativo y legislativo, como armazón público que garantice los
servicios y la salud de las personas y el medioambiente. Esta reforma relaja
las normativas de salvaguarda ambiental y de otros sectores socioeconómicos
vitales para Andalucía sin sacar ninguna lección de la crisis que estamos
atravesando”.
Por
estos motivos, apoyan el anuncio del PSOE y Adelante Andalucía de presentar un
Recurso de Amparo ante el Tribunal Constitucional contra este Decreto, con el
fin de restituir las garantías legales ambientales en Andalucía, de los
procedimientos ahora afectados por esta modificación.
Por
su parte, ejercerán todas las acciones legales posibles en ámbitos españoles y
europeos, “para que una contrarreforma
ambiental como la que ha iniciado la Junta de Andalucía, no se consolide”.
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