¡Los españoles sí sabemos nadar, digámoselo a Europa!
Félix de
la Fuente [colaboraciones].-
Pedir
dinero prestado no es una deshonra. Creo que la mayoría de nosotros lo ha hecho
alguna vez. También las empresas lo hacen. En la mayoría de los casos puede ser
incluso algo muy positivo, porque es señal de espíritu emprendedor. También
los gobiernos suelen recurrir a los créditos de los bancos para cubrir las
necesidades del país. Claro que en este caso hay una gran diferencia respecto a
los créditos de los particulares.
Mientras
nosotros no solemos estar toda la vida endeudados con créditos o hipotecas, y,
sobre todo, procuramos devolverlos lo antes posible, los gobiernos, al menos
los españoles, no suelen tener ninguna prisa en devolver los créditos. Además,
no son ellos los que tienen que responder en caso de impago o de retraso en la
devolución, sino los ciudadanos a través de nuestros impuestos. Estas
situaciones no tienen nada de extraordinario.
Lo que sí
es extraordinario es pedir que te salven o que te rescaten. Uno pide auxilio o
rescate, cuando se está ahogando o su casa se encuentra en llamas. Y aquí surge
la verdadera cuestión: ¿Por qué te estás ahogando o por qué se te está quemando
la casa? ¿Ha caído un rayo en tu casa?
¿Se ha
hundido el barco en el que viajabas? ¿O has sido tú el que ha prendido fuego y
te encuentras atrapado dentro? ¿Por qué nos estamos ahogando los españoles?
(Que no se imaginen los malpensantes que
me estoy refiriendo sólo en el gobierno actual).
SE TRATA
DE SUPERVIVENCIA
Que dada
la situación en que nos encontramos en España, pidamos auxilio, es normal, Se
trata de nuestra supervivencia. Que hay un deber de socorro que afecta a los
demás países de la UE también es verdad.
Pero la
actitud de los otros países dependerá también de si nuestra llamada de auxilio
se debe a que el barco se ha hundido o a que nos hemos metido al mar sin saber
nadar. En el primer caso tendríamos que comernos nuestro orgullo nacional y
agachar la cabeza.
Pero hay
otra cosa que conviene aclarar: los ciudadanos españoles si sabemos nadar: en
los últimos años, mientras la deuda nacional subía y subía, las deudas de las
familias bajaban considerablemente. Los ciudadanos sí nos hemos apretado el
cinturón. Los ciudadanos no tendríamos por qué pasar vergüenza.
¡Que nos
rescate Europa! Sí, pero no a costa de los ciudadanos. Sería la gran
oportunidad de la Unión Europea ¡Que obliguen al gobierno a tapar los agujeros
por donde se nos va inútilmente gran parte del presupuesto nacional! Si los
españoles nos estamos ahogando, no es porque no sepamos nadar.
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