Miguel Polanco “El Pelón”, chófer de Felipe Campuzano: “He tenido una vida que cuesta mucho dinero y en la que no me he gastado ni un duro”
Fue
camionero, llevó a artistas y toreros y también quiso triunfar en el mundo del
toro. Ha fallecido hoy a tres días de cumplir los 76 años.-
Miguel
Polanco El Pelón fue un ejemplo de
persona que ha vivido mucho, que ha hecho lo que le ha gustado y que ha sabido
bandearse muy bien, dependiendo de los tiempos que corrían. Camionero en sus
comienzos y al final de su etapa laboral, novillero, chófer de artistas y toreros,
es también un hombre con mucho arte y muy divertido, además de buena gente. De
todo esto hablamos con él en esta entrevista, con sorpresa incluida. Se nos ha
ido tres días antes de cumplir los 76 años.
La primera
cuestión era saber de dónde viene lo de “El Pelón”: “Fui a torear de madrugada al matadero de Cádiz, en la Zona Franca.
Cuando estábamos en plena faena llegó la Guardia Civil. Un compañero se escapó,
pero a mí me sorprendieron delante del toro, dando muletazos con una gabardina.
La Benemérita, como castigo, me dio tres o cuatro trasquilones, lo que me
obligó a cortarme el pelo al cero. Por eso me pusieron “El Pelón” y estuve así hasta después de la mili”.
Miguel Polanco López nació en Cádiz, en la
calle Sagasta, el 26 de julio de 1944, por lo que tiene 75 años recién
cumplidos. De padre gaditano (José Luis Polanco
Bruzón) y madre chiclanera (Pilar López
López). Ambos se conocieron en Cádiz, donde Pilar trabajaba de
sirvienta. El padre era conductor de camiones y posteriormente entró en Transportes Generales Comes, llevando los
autobuses.
Miguel no
era muy amigo de los estudios por lo que solo hizo los Primarios: “No me gustaba el colegio, por lo que pisé la calle
desde niño, corriendo por la zona de San Juan de Dios”. A los quince
años comenzó a trabajar en el ramo del automóvil de aprendiz, en el Garaje América. Pero había algo que le gustaba mucho
más: los toros. Empezó a entrenar en la Plaza de Toros de Cádiz con otros
novilleros, Rafael de Alba y Nino Vilaplana entre ellos. Corría el año 1962.
PRIMERA OPORTUNIDAD
La primera
oportunidad se le dieron Rafael Jiménez Márquez
y Carlos López “El Giraldillo” en Cádiz, donde debutó de noche el 15 de agosto de
1962, ya que en verano se daban muchos festejos nocturnos. Su debut no fue
bueno del todo: “Me puse de rodillas y el
becerro, que no veía bien, pasó por detrás de mí, se paró a dos metros de
distancia y a continuación me pegó una cornada, llevándome por delante”.
Pasó dos días ingresado en la clínica La Salud.
Fue su bautismo, ya que le dejó la primera cicatriz en el cuerpo, en el muslo
concretamente, que todavía conserva.
Siguió
toreando y lo hizo con Felipe Scapachini,
padre de los carnavaleros. Tres años después de su primera corrida y cicatriz,
fueron a ver a José María Pemán, que les
dio una recomendación para la plaza de toros madrileña de Vista Alegre, donde debutó en 1965. Este coso
era el lugar donde acudían los que querían triunfar en el mundo del toreo.
Pero no
salieron las cosas como esperaba: “La corrida
era también de noche y yo había estado todo el día trabajando, cargando un
camión con colmenas de abejas en la Casa de Campo. Con eso me daba para comer
un par de días y dormía en una obra que había en la esquina con General
Ricardos, al lado del hospital. El novillo era malo y yo estaba cansado. Toreé
mal, lo dejé vivo”.
CHÓFER DE CAMPUZANO
Obtuvo una
recomendación para ver a Luis Miguel Dominguín,
yendo a su casa con Luis “El Compare”, de
Cádiz. El matador se interesó por él y fue a verlo al callejón. El becerro era
muy malo y no se pudo ver nada interesante con el capote, pero Dominguín estuvo
hasta el final y ante las críticas de algunos aficionados gritó: “¡Viva Cádiz!”.
La mejor
tarde fue en 1965, en Cádiz, a beneficio de los huérfanos de los trabajadores
de la Fábrica de Tabaco, cortando dos orejas. Siguió algún tiempo más
participando en algún festival, pero dejó de vestirse de luces siendo muy joven
todavía.
Miguel
tiene cinco hermanos: José Luis, Juan Antonio, Rosi,
Pili y Charo.
Es el mayor. Con 21 o 22 años Paquichi le
dio un camión, dedicándose a esta profesión durante diez años. En 1975 le llamó
Felipe Campuzano, entonces triunfando con
su Andalucía Espiritual, con el que
estuvo nueve años de chófer. Con él viajó por medio mundo y aprendió lo que le
faltaba: “La calle fue mi universidad,
solucionando problemas, viviendo, conociendo mundo. Aprendí a ser pillo y
también buena gente”.
En esos
nueve años conoció a mucha gente, Camarón,
Rancapino, Beni
de Cádiz, Rafael de Paula, Curro Romero, el boxeador Nino Jiménez, Alberti
y Chano Lobato, entre otros. A Campuzano
lo conoció siendo niño, ya que iban juntos al colegio La Salle Viña: “Había un piano y
Felipe lo tocaba durante el recreo. Después cada uno siguió su camino”.
REENCUENTRO
Años más
tarde volvieron a reencontrarse. Cecilio Rodicio,
mánager de Isabel Pantoja y José Manuel Soto entre otros, le llamó y le
propuso ser el conductor del pianista gaditano, recuperando la amistad.
Fue en la
época de mayor esplendor de Campuzano, actuando por España, Europa y América.
Visitó Bolivia, Méjico, Venezuela, Colombia, Portugal o Francia, en París en
concreto: “Yo era su mano derecha, amigo,
confidente, el que le decía lo que debía o no hacer. Comentaba Felipe que yo
era el Espasa con piernas, que me daba
cuenta de todo”.
CONCIERTO ROMÁNTICO
Tiene
algunas anécdotas curiosas en estos viajes como lo que le sucedió en La Paz,
capital de Bolivia, cuando pasaba por el detector y un aguerrido policía le
cacheó a fondo, dejándole señales en sus partes, con el consiguiente enfado del
músico, aunque al final se quedó en nada.
Recuerda Miguel otro hecho, más agradable, ocurrido en Maracaibo (Venezuela): “Durante la actuación hubo un apagón, por lo que busqué una linterna y alumbré con ella a Felipe, que continuó tocando, convirtiéndose en el concierto más romántico que he visto. Estuvo así hasta que llegó de nuevo la luz”. En esos viajes triunfaba Campuzano con sus canciones del Andalucía Espiritual como La Caleta, Puntales, Inquietudes y, sobre todo, Las salinas.
FÚTBOL Y ROMANCES
Aunque no
fueron sus únicos éxitos discográficos, ya que fue el autor de canciones tan
emblemáticas como Amigo conductor, que
hizo famosa Perlita de Huelva, Achilipú, por Dolores
Vargas, o Te estoy amando locamente
que encumbró a Las Grecas.
Para Miguel Polanco estar al lado de Campuzano durante casi una década le permitió conocer a mucha gente de la farándula, del fútbol y los toros. Jugadores míticos del Real Madrid como Di Stéfano, Juanito, Amancio, Santillana, Andrés y otros, así como del Cádiz o del Rayo Vallecano; Moncho, Raphael, Alberto Cortez o el poeta Manuel Benítez Carrasco. Viendo sus fotos estos nombres son una pequeña muestra.
También
estuvo presente en los numerosos romances que tuvo el artista de Cádiz, María José Cantudo, Jenny Lladá o Rosa Valenti
entre ellas. Pero Miguel no contó ni una sola confidencia de ellos, como
tampoco lo hizo con otras historias vividas junto a Campuzano.
FLAMENCO
Reseñar que el compositor gaditano le regaló un piano, que entregó a su sobrina, Pili Tejada Polanco, directora del coro La nueva era, segundo premio este año en el Falla.
Reseñar que el compositor gaditano le regaló un piano, que entregó a su sobrina, Pili Tejada Polanco, directora del coro La nueva era, segundo premio este año en el Falla.
Tampoco
faltó relación con el flamenco, siendo muy amigo del Bojiga de Cádiz. Allí conoció también a Rancapino y resto de
flamencos, Paco de Lucía entre ellos, Paco Cepero, con el que tiene una gran amistad,
Lola Flores, Rocío Jurado y un larguísimo etcétera.
TOREROS Y ARTISTAS
En 1994
paso a ser chófer del torero Julio Aparicio,
con el que estuvo dos temporadas y media en el 94 y 95. Le siguió José María Manzanares, con temporada y media en
los años 98 y 99. Después vendría el cantante José
Manuel Soto en el 2000, el grupo Mecano,
a Amparo Baró la llevó a cuatro o cinco
actuaciones de la obra de Alfonso Paso Vamos a contar mentiras, donde también iba una
de las hermanas Bayona, Pili o Mili,
pero no sabe cuál. Asegura que el teatro “es un
encanto y cuando le coges el punto, una maravilla”.
Otro de los grandes a los que llevó Miguel fue el actor Marlon Brando: “Vino a España a rodar la película Colón descubridor, donde hacía el papel de Torquemada. Me metí en un arcón que había en su habitación y le hice unas cuantas fotos, que le vendí a la revista Diez Minutos. En aquel momento estaba parado y tenía que buscarme la vida. Estuve trabajando en esa productora cuatro o cinco meses. Cuando salieron las fotos descubrieron que había sido yo quien las había hecho y me despidieron. Brando era un tipo difícil, aunque conmigo fue siempre muy amable”.
“El Pelón”
ha vivido mucho en estos 76 años: “Ha sido una
vida que cuesta mucho dinero y en la que no me he gastado ni un duro. He
conocido a mucha gente y tengo muchos amigos. Esto es lo más importante”.
SU ESPOSA, UN GRAN APOYO
Pero su
vida no habría sido lo mismo sin su esposa Josefa
Navarro García, a la que conoció en Madrid mientras Campuzano grababa
uno de sus trabajos. Ella era tapicera y estaba trabajando en el estudio
musical junto con un decorador. Cosía para los mejores. Se casaron a mediados
de los años 70 y se quedó a vivir en Madrid, ciudad que abandonó en 2011. Su
primera intención era recalar en Chiclana, pero terminó afincándose en el Río
San Pedro.
Manifiesta
“El Pelón” que “Chiclana no era la misma ciudad
de mi niñez” y por eso emigró a la barriada citada. Pero todavía tiene
frescos algunos recuerdos de su niñez, cuando venía a casa de su abuelo Juan López en verano, en la calle Hormaza. Son
muchas vivencias las que tuvo aquí. Es familia de Antonio Sigüenza López, hijo de Currito
el de la luz; Alfonso y Antonio
Polanco.
VIVENCIAS CHICLANERAS
Cuenta que
en el callejón de Santa Ana, “en verano íbamos
a esperar las vacas y teníamos que escapar de ellas subiendo al cerro”.
También recordó a otros personajes chiclaneros, con los que mantuvo una
relación cercana, como Emilio Oliva Fornell:
“Era como un hermano para mí. Íbamos juntos
desde pequeños. Emilio es uno de los grandes de Chiclana, muy vinculado al
pueblo. Como García
Gutiérrez”.
Tuvo otro recuerdo para dos chiclaneros que triunfaron fuera de aquí, Antonio Benítez, pintor, escultor y magnífico rapsoda, y Fernando Quiñones, a los que conoció en Madrid, donde residían, y que les presentó Felipe Campuzano: “Estuve en muchas tertulias con ellos, por las noches, en el estudio de Felipe”. Curiosamente, Manuel, padre del escritor nacido en Chiclana, era el médico de familia de “El Pelón”.
Otro gran
amigo fue Pedro Salvado “Perico el Herrero era otro de mis grandes amigos. Yo le llevaba los
camiones a arreglar y siempre me trató muy bien”.
ENSEÑANZAS QUE LE DIO LA VIDA
Tras
recorrer carreteras españolas y extranjeras llevando artistas y toreros, volvió
a conducir camiones los últimos quince años de su vida laboral. Ya habían
terminado los tiempos de aventuras y había que volver a la rutina del trabajo
normal: “Lo que me ha quedado de todo lo hecho
en mi vida, han sido las enseñanzas recibidas. La honestidad y la modestia es
el premio más importante que he recibido”.
Unos meses
de la entrevista fue operado del corazón y atravesó una racha complicada, pero
poco a poco volvió a ser “El Pelón” de siempre, risueño, hablador, alegre…
Despacio pero sin pausa fue retomando la vida que tenía hasta hace poco.
Fue una
vuelta al pasado y sirvió para remover recuerdos y volver a vivirlos, que es lo
que se hace cuando echamos la vista atrás.
FELIPE CAMPUZANO: “MIGUEL ERA DE JOVEN COMO AHORA, NO HA CAMBIADO NADA. ES MUY GRACIOSO Y TIENE MUCHO ARTE”
Si Felipe Campuzano ha sido muy importante en la
vida de Miguel Polanco, qué mejor que
contactar con él y que nos contase cómo fueron esos años juntos, primero en el
colegio de Cádiz y después por las carreteras y países que recorrieron juntos.
Con la amabilidad que le caracteriza, el músico no dudó en darle esta sorpresa
a su amigo: “Miguel era de joven como es ahora.
No ha cambiado nada. Estuvimos juntos en el colegio de La Viña y siempre estaba
liándola”.
Dijo también que “era muy gracioso y con su arte nos hacía pasarlo muy bien. Me he reído mucho con él. Lo del “Pelón” no se puede contar. Siempre estaba haciendo pelonadas y había que estar ahí para verlas”.
Agregó que
Miguel es del signo Leo, y se guardaba las cosas para sus adentros, “pero cuando salían hacia fuera, su carácter era otro.
En vez de dos huevos tenía tres. Hay personas que piensan las cosas y luego las
dicen, pero “El Pelón” primero las decía
y luego lo pensaba. Sin embargo, si metía la pata no tenía ningún problema en
pedir perdón”.
Aunque
vive en Marbella, hace tiempo que no viene por aquí: “Yo he ido mucho a Chiclana y he comido los mejores chicharrones del
mundo y la butifarra. A ver si me doy una vuelta pronto y voy a ver a mi amigo
Miguel”.
Reseñar nuestro más sentido pésame a un amigo que nos alegró los muchos momentos que pasamos con él, en especial el grupo formado por Emilio Oliva, Manolo “El Manquito”, Manolo Belizón, Joaquín “El Cuña”, que se nos han ido también; Manolo “El Platero”, Diego Dacosta, Perico Aragón, Chico Antequera, Emilio “El Minuto”, Antonio Grosso, Rafael Pedrosa, Paco Salvado, etc. La familia taurina también le echará de menos, ya que acudía a todos los actos que se celebraban y apoyaba a los jóvenes de la Escuela Taurino Paquiro. Que descanse en paz y nuestro pésame a su esposa Josefa, así como a su extensa familia, la cantante Ana Polanco entre otros.
Reseñar nuestro más sentido pésame a un amigo que nos alegró los muchos momentos que pasamos con él, en especial el grupo formado por Emilio Oliva, Manolo “El Manquito”, Manolo Belizón, Joaquín “El Cuña”, que se nos han ido también; Manolo “El Platero”, Diego Dacosta, Perico Aragón, Chico Antequera, Emilio “El Minuto”, Antonio Grosso, Rafael Pedrosa, Paco Salvado, etc. La familia taurina también le echará de menos, ya que acudía a todos los actos que se celebraban y apoyaba a los jóvenes de la Escuela Taurino Paquiro. Que descanse en paz y nuestro pésame a su esposa Josefa, así como a su extensa familia, la cantante Ana Polanco entre otros.
PACO LÓPEZ
Felicitaciones al articulista por el buen trabajo e interesante artículo biográfico.
ResponderEliminarBonita vida la de Antonio. Tuvo que ser una gran persona.
Se llama Miguel, pero seguro que su vida también es tan interesante como la de Antonio.
ResponderEliminarTengo muy buen recuerdo de Miguel, siempre estaba alegre y era muy cariñoso con los compañeros y amigos.Pelón, te echaremos de menos por tu arte y tu humanidad. Que Dios te tenga en su gloria!!
ResponderEliminarMe ha encantado leer este texto aunque muchas de esas vivencias las conocía por la propia boca de pelón....D.E.P amigo nunca te olvidaré fuiste un grande
ResponderEliminarNunca te olvidare amigo mio un enorme beso para la chata pepi te quiero.de buestro amigo antonio el boki
ResponderEliminarDescansa en paz, mi querido peloncito, hoy de casualidad me entero de que te fuiste, sin decirme nada, ya me extrañaba hermano como nos decíamos, y no respondía a mis fotos y comentarios, que tanto animaban a tu Fito de Cádiz(como tu me llamabas),y tan orgullosos estábamos los dos, de ser casi hermanos de muchas vivencias....Descansa Miguel Polanco, que fuiste un gran artista de la vida, caballero donde fueses, y sobre todo un gran corazón, duerme en paz mi rey en tu descanso eterno, hasta siempre mi PELÓN...D.E.P.
ResponderEliminarEstimado amigo y compañero tuve el placer de conocerte y pasar ratos inolvidables ,gran persona y divertido descansa en paz compañero
ResponderEliminar