Pepe Raya expone su magia pictórica en “La Embajada”
Podrá visitarse hasta el 9 de agosto y es su primera muestra en solitario.-
El
Restaurante La Embajada fue el lugar
elegido para la primera exposición en solitario de Pepe Raya, que podrá visitarse hasta el 9 de agosto. Consta de
veintisiete cuadros, en los que ha mostrado diferentes aspectos de la pintura y
de sus artistas favoritos.
La muestra es fruto “de dar respuesta a todos los que he intentado introducir en el mundo del arte de manera tanto oficiosa como conceptual, para mostrar, que no demostrar, que en la práctica pictórica lo importante no es el motivo sino la forma de realizarlo”, comenta Raya.
Cada corriente artística busca nuevas formas de expresión que son aprovechadas por él: “El tema, el motivo, no es lo principal. Lo importante es la distribución espacial, el ritmo, el color, la textura. Lo demás, es simplemente anecdótico”.
El artista despliega su conocimiento en algo concreto, “influido por los gustos del momento, por la necesidad, por la presión y opresión de la sociedad o de la religión. Por ello, debemos analizar la obra de los artistas en aquellos aspectos que no se ven, pero se intuyen”.
BUSCAR LA
BELLEZA DONDE ESTÉ
Recomienda
Pepe Raya que “no nos dejemos guiar por los
gustos del momento porque, si es así, cometeríamos el error de que Murillo es grande por sus inmaculadas y no por el profundo conocimiento compositivo que
hace que nos gusten sus inmaculadas”.
Con esta
filosofía “he disfrutado (y no sabe nadie
cuánto) pintando lo que sentía y lo que observaba, siempre buscando la belleza
donde estuviera e imitándola. El pintor es un mago. Te hace ver cosas que no
existen y tener sensaciones difíciles de sentir de otra manera”.
Pepe tiene
sus artistas preferidos y sus referentes en el mundo de la pintura: “Kandinsky, por ejemplo, me ha abierto los ojos de lo que
realmente es pintar. Gaudí, a perder el miedo a utilizar cualquier tipo de
material para conseguir un objetivo estético concreto; Vázquez Díaz por el tratamiento de los volúmenes y del color”.
De Cézanne destaca “sus
geniales composiciones, imitadas después por todos los grandes artistas
modernos; Gauguin por pintar, no lo que ves, sino las
sensaciones que te dejan lo que ves; Paul Klee por su
simplicidad y texturas. Cada una de mis obras contienen algo de ellos y, sobre
todo, la composición está muy estudiada”.
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