Lo que va de Polonia a España
Félix de la Fuente [colaboraciones].-
La situación de rebeldía que está viviendo Polonia frente a la UE, contrasta con el aparente acatamiento por parte de España del Derecho comunitario. Desde hace ya algún tiempo el gobierno polaco viene socavando la independencia de los tribunales y el principio de separación de poderes, creando incluso un órgano disciplinario bajo control político que puede censurar a los jueces polacos.
En esta misma línea, el Tribunal Supremo polaco un tribunal ya politizado, ha defendido que la Constitución de Polonia está `por encima del Derecho de la Unión. Que un órgano político diga esto es bastante grave, pero que lo diga un órgano judicial, y mucho más el Tribunal Supremo de un país, es acabar de un plumazo con la UE, que se funda precisamente en la primacía del Derecho de la Unión.
¿Qué quiere decir primacía del Derecho de la UE? Pues que está
por encima del Derecho nacional de cualquier Estado miembro. Todos los
Estados, al adherirse a la UE, admiten voluntariamente esta primacía, y
cualquier norma nacional contraria, ya sea anterior o posterior al Derecho de
la Unión, queda sin aplicación, pudiendo declararla nula cualquier juez.
El Tratado de funcionamiento de la UE al hablar de los reglamentos, dice que son “…obligatorios en todos sus elementos directamente aplicables en cada uno de los Estados miembros”, sin necesidad de que los Estados dicten ninguna otra norma de aplicación. Si los Estados pudieran dictar normas contrarias a la Derecho de la UE, en ese mismo momento ésta dejaría de existir como tal, y se convertiría en un organismo internacional más.
INDULTO A CHAVES Y GRIÑÁN, INSULTO A LA INTELIGENCIA
Es lógico, por tanto, que lo Comisión se niegue a otorgar a Polonia los fondos destinados para salir de la pandemia, mientras mantenga esa actitud populista-nacionalista contraria a los tratados de la Unión. Pero, ¿realmente es muy diferente la actitud mantenida por Polonia a la del Gobierno español frente a la UE?
Es verdad que los jueces españoles no han adoptado –y de momento no es probable que lo hagan-esa actitud contraria a la primacía del Derecho de la UE, pero, si en España siguen los tejemanejes respecto al nombramiento de los miembros del poder judicial o del Tribunal constitucional, y después de que se diera el primer paso al nombrar fiscal general directamente a la ministra de justicia sin necesidad de pasarela alguna, no sería de extrañar que nos encontráramos muy pronto con una situación similar a la de Polonia.
El indulto a Chaves y Griñán, un insulto a la inteligencia, a la profesionalidad de los jueces españoles y al Derecho de la Unión. Pero el caso de los ERES no es solamente el mayor robo histórico a la clase trabajadora española (800 millones destinados a los obreros andaluces en paro que se esfumaron sin dejar rastro), sino también la prueba del respeto que tienen nuestros políticos al Derecho de la Unión.
ANTECEDENTES CON LOS ERES
Pedir el indulto para los principales culpables de este desfalco o decir que son inocentes, es declarar que los políticos españoles están muy por encima del Derecho de la Unión y que un robo similar se puede volver a repetir impunemente en cualquier momento. ¿Por qué negarse entonces a reconocer la primacía de Derecho de la Unión, exponiéndose a no percibir los fondos de la Unión, cuando en la práctica existe la posibilidad de burlarse de este Derecho?
¿Es muy diferente la actitud del gobierno de Polonia de la del Gobierno español? ¿Por qué se le niegan a Polonia los fondos europeos, mientras se le otorgan sin el menor reparo al gobierno español a pesar de los antecedentes de los ERES? ¿No será que tanto los gobiernos socialistas como los cristianodemócratas europeos, que en el fondo son los principales responsables de que no avance la integración europea, gozan de patente de corso en la UE?
No estoy pidiendo que se suspenda la entrega a España de los fondos europeos. Estoy pidiendo que la Comisión Europea, sobre todo después de la experiencia que tiene con España, sea mucho más exigente con nuestro país en cuanto al respeto de los valores democráticos, en cuanto a la separación de poderes, en cuanto a la primacía del Derecho de la Unión y en cuanto a las exigencias sociales que desde hace tiempo le viene reclamando, pues la distancia entre Polonia y España no es tan grande.
En la mili, los polacos eran los catalanes. Ahí lo dejo.
ResponderEliminar