“Ninette y un señor de Murcia”, de Miguel Miura, nuevo éxito de la “Compañía del Gags”

Excelente adaptación de este clásico teatral, con buen ritmo y grandes interpretaciones.-

La Compañía del Gags estrenó su último montaje, Ninette y un señor de Murcia, de Miguel Miura, bajo la dirección de Manuel Martín, en un Teatro Moderno casi lleno, que se lo pasó muy bien con esta comedia. Andrés (Jesús López), un hombre sencillo, propietario de una tienda de artículos religiosos, que nunca ha salido de Murcia, recibe una herencia y decide hacer un viaje a París.

Allí vive su amigo Armando (Antonio Meléndez), que le busca una casa para quedarse quince días, donde hablan español, en vez de un hotel como deseaba, en el centro, así como conocer París y la noche de esta ciudad.  No es el viaje esperado, pues venía en busca de las aventuras que no tiene en su ciudad de provincias, en una España que había salido de una cruenta guerra y que estaba empezando a sacar la cabeza del pozo en el que estaba metida con la dictadura franquista.

Andrés soñaba con unas vacaciones divertidas, en la ciudad del amor, donde había una libertad que nunca había vivido y en la que deseaba a toda costa pasar dos semanas haciendo todo aquello con lo que había soñado, como paseos por el Sena o visitar los clubes nocturnos con mujeres ligeras de ropa que había visto en películas y revistas.

Su amigo Armando le había hablado de una ciudad libertina, de mujeres fáciles, adornándolo más de la cuenta para hacerle creer que era un triunfador en París, cuando la realidad era otra y a medida que transcurre la obra vemos que es un pobre hombre, como la mayoría de los que emigraron a Francia, Holanda o Alemania, que trabajan mucho, ganan poco y que están ansiosos de volver a donde nunca debieron irse, porque el paraíso que les pintaron no lo era tanto.

NADA ES LO QUE PARECE

Pero las cosas no son como esperaba y los dueños de la casa que le buscó su amigo son una mujer, Bernarda (Almudena González), que nunca le deja hablar y le vuelve loco, y su marido Pedro (Manuel Martín) que siempre quiere llevar la razón, es admirador de Lenin y Pablo Iglesias (fundador del PSOE, no confundir con el otro) con retratos de ambos en el salón y, para más inri, toca la gaita y les da unos sonoros conciertos.

Ambos son asturianos y trabajan en Francia. En esa casa también está Ninette (Fany Fuentes) hija del matrimonio, que lo revoluciona todo. Andrés ya no tiene claro si quiere ir con su amigo y las dos chicas que les están esperando o quedarse con Ninette, que desde el primer momento le ha roto todos los esquemas. Al final las dos semanas se convierten en meses y su vida cambia por completo.

Buena química entre Jesús López (Andrés) y Fanny Fuentes (Ninette). Ésta lo lleva por distintos caminos hasta conseguir lo que quiere, contrario a lo que parece en un principio, con su pinta de niña frívola y descarada, que termina haciendo que el señor de Murcia caiga en sus redes.

Apostar por Mihura es tener el éxito casi asegurado, pero si además la representación tiene ritmo, muchas risas, excelente música y magníficas interpretaciones, miel sobre hojuelas. Enhorabuena. Les deseamos un largo recorrido.