Lecciones numéricas post-elecciones: Chiclana

Fernando Perea [colaboraciones].-

Viniéndome a la mente aquel aforismo que decía Los números no se discuten... sólo se comprueban, leo los resultados de la jornada electoral del pasado domingo en la ciudad de Chiclana, con el reojo puesto en los de 2019. Y lo hago a sabiendas de lo lejana que parece ahora esa jornada (de hace solo unas horas), por la velocidad de vértigo que impone a la política española todo lo que viene ocurriendo desde este lunes.

En mi artículo en PUENTECHICO del pasado sábado (víspera electoral) planteaba implícita y explícitamente lo que se ha visto a lo largo y ancho de toda España, salvo contadísimas excepciones: iban a ser unas elecciones municipales y autonómicas en las que se votaría en clave de elecciones generales. http://puentechico1.blogspot.com/2023/05/esta-vez-que-os-vote.html

Esto es, la cita con las urnas se ha encarado con el enorme hartazgo de la política que evidenciaba en el artículo. Unos fueron a votar para castigar al actual gobierno estatal por sus errores, mentiras y salidas de madre. Y otros sin encontrar una representación válida -me incluyo entre ellos- se expresaron sencillamente no yendo a votar.

En pocos sitios han pesado más las razones locales que las nacionales. Y en alguno de esos lugares tampoco ha ido edificante. En Vigo sigue con mayoría absoluta el alcalde con menos luces del país. El socialista Abel Caballero -míster kilowatio, para muchos- ha sido refrendado y durante cuatro años, hasta los serenos vigueses irán con un foco incorporado en la chepa.

CUANTO MÁS CHORIZOS, MÁS VOTOS

En Orense su alcalde, a pesar de las escandalosas grabaciones publicadas en las que se jactaba a las claras de blanqueo de dinero y chanchullos varios, renovó la mayoría. Gonzalo Pérez-Jacome con sus actuaciones evidencia cada día que, en esa capital gallega, hay un profundo déficit de criminólogos y psiquiatras. Casi a partes iguales.

Más cerca, en la Marbella en la que Jesús Gil sembró la semilla transversal de la corrupción hace años, las plantas crecen con exuberancia casi procaz. La senadora del reino de España y líder del PP local, Ángeles Muñoz, volverá a ser alcaldesa con mayoría absoluta. Los marbellís han oído también grabaciones en las que allana el camino a su hijastro para contactos municipales.

El hijastro está procesado por la Audiencia Nacional por tráfico de drogas. Pero a ella la siguen votando. Incluso pese a la cara dura que exhibe: en su declaración de bienes figuran hasta 12 millones de euros de patrimonio que justifica como producto de su trabajo cómo médico del SAS. Profesión que dejó de ejercer hace veinte años.

Para colmo, la tipa tiene más suerte que un quebrado: la disolución de las Cortes ha parado la investigación sobre su patrimonio que hacía el Senado y si llega el PP al gobierno ¿qué se apuestan a que dejaran morir las pesquisas?

EN CHICLANA NADIE ILUSIONA

Hay más casos, pero lo visto en Vigo, Orense y Marbella es suficiente para acordarse que George Bernand Shaw dijo “La democracia sustituye el nombramiento de los que mandan por parte de un pequeño número de corruptos, por una elección que hacen un gran número de incompetentes. En estos casos, clavao.

¿Y en Chiclana? ¿Se votó en clave local, nacional o mixta? Para llegar a conclusiones hay que irse a los datos, expresados en el siguiente decálogo. Los números, ya saben, no se discuten...

1)-En Chiclana, las elecciones no las gana el PSOE. Menos de la mitad de la gente llamada a votar ha elegido al alcalde y los concejales. Se han contado 32.895 votos (47,98%) y ha habido 35.658 (52,01%) ausentes, gente que no ha votado. Aparte de mi particular alborozo por pertenecer a la mayoría que ha ganado las elecciones (el Partido Abstencionista), la situación remarca que somos un pueblo desencantado con la política actual.

No solo con el partido de José María Román, sino que hay desencanto propiciado por todos. Porque nadie ilusiona. La cosa viene de atrás, en 2019 hubo 30.125 votantes y 34.458 abstenciones. Cuatro años más tarde, justo 1.200 chiclaneros más de aquellos 34.458 se han quedado en casita.

PENSADA DEMOCRÁTICA A LA LEY ELECTORAL

Quien piense que la abstención es fenómeno general, que no solo es cosa de Chiclana, se equivoca. El domingo la abstención en San Fernando fue el 47,74%; en El Puerto, un 44,67%; en Puerto Real, un 44,48%; en Cádiz capital el 43,5%; Rota tuvo un 43,03%; en Conil el 36,58%; Alcalá tuvo solo el 31,81% y en Medina-Sidonia el 26,53%. Ningún pueblo de nuestro entorno superó el 50%. Por tanto, ser líderes en abstención significa un impepinable supenso para TODA la clase política chiclanera.

2) Respecto de 2019, en Chiclana este domingo también subieron los votos en blanco (582 frente a 388), que es un 50% más. Y en el caso de los nulos también hubo más: (394 frente a 223). Es decir, un 76% más. Numéricamente son casi mil chiclaneros/as (976) que se molestaron en ir a votar... pero por nadie. No cuentan como abstencionistas, pero para mí -moralmente- casi que lo son.

3) Entre votos en blanco, nulos y a listas que no alcanzaron el 5% (mínimo necesario para entrar al Ayuntamiento), se suman 3.742 votos que no han servido directamente a ninguna candidatura que han ganado concejales. No son pocos votantes, un 11,51% de los que fueron al colegio electoral.

Habría que darle una pensada democrática a la Ley Electoral. Esos votantes son más que los obtenidos por Vox. Juntos serían la tercera fuerza, pero no los cuentan para nada. Igual habría que darles escaños vacíos a esos votos, para que los políticos se planteen generar más confianza, so pena de no dar tantos puestos y sueldos.

LA ABSTENCIÓN FUE LA GANADORA

Esos 3.472 despreciados y los 35.658 abstencionistas suman 39.130 chiclaneros a los que no representan ninguno de los cuatro partidos que entran al Ayuntamiento. Respecto del censo total de 68.553 chiclaneros con derecho a voto son el 57,08%. O dicho de otra manera, a los 25 concejales elegidos, solo los ha votado un paupérrimo 42,92% del total de ciudadanos.

4) El Partido Socialista consiguió casi tres mil votos más que en 2019 (12.858 vs. 9,875, exactamente 2.983 más). Son seis puntos porcentuales más (39,56% vs. 33,02%, un 6,54% más). Ha obtenido 11 concejales, dos más que hace cuatro años.

Analizando el trasvase de votos, y bajo el principio de cercanía ideológica, el PSOE se llevó las 943 papeletas que se dejó en las urnas Podemos respecto de 2019. También las 1.164 que perdió Ganemos Chiclana. Los 876 votos restantes se justifican en sufragios nuevos.

5) Los populares mejoraron tres millares y medio de sufragios (9.998 vs. 6.484, esto es, 3.504 votos más exactamente). Traducido a porcentajes, en torno a una mejora del nueve por ciento (30,76% vs 21,68%, un 9,08% exactamente de incremento). Obtuvo nueve concejales, tres más que en 2019.

INQUIETANTE RECORD DE VOX

La subida del PP se explica por sí sola con la bajada de Ciudadanos en la ciudad. El partido abocado a la extinción se ha dejado 3.291 votos (704 vs 3.995). Los mismos votos que han vuelto a su casa popular. El resto de la subida pepera -213 votos- es voto nuevo. Comparado con los socialistas, Ascen Hita obtiene la cuarta parte de votos de nueva generación.

6) El partido a la derecha de la derecha (Vox) ha pasado de 1.960 a 3.444 votos. Los negacionistas del cambio climático incrementaron menos de un millar y medio de sufragios (1.484, concretamente). Porcentualmente, la candidatura de Manuel Vela ha pasado del 6,55% al 10,59%, un 4,04% más. Cifra menor que las mejoras porcentuales de PSOE y PP. Pero la electoral ley D'Hondt les premia con tres concejales, dos más que hace cuatro años.

Lo inquietante es que esos 1.484 votos de incremento no tienen explicación en el trasvase de votos entre fuerzas políticas. La ultraderecha terraplanista crece con cargo a voto nuevo en Chiclana. Ese es -repito- un más que inquietante récord: el de haber convencido a un nuevo votante cada día de la anterior legislatura. Es para que el resto de fuerzas se lo hagan mirar.

7) Izquierda Unida casi repite curso. Casi todo igual que en 2019. En votos, mejoran 160 votos (pasan de 2.309 a 2.469) y curiosamente -debido al incremento de votantes-  porcentualmente pierden un 0,11% (de 7,72% en 2019 a 7,59% el domingo). La lista de Roberto Palmero tenía dos concejales, y seguirá con esos dos mismos, aunque con160 papeletas de nuevo voto.

PODEMOS DESLIZADO HACIA LA CATÁSTROFE

Lo que significa mantener el propio electorado... y convencer a una velocidad de diez nuevos electores cada trimestre de los pasados cuatro años. No ha captado voto de su rival de nicho electoral, Podemos.

8) A los partidos que dicen adiós al Consistorio se les ha dado claramente la espalda en las urnas. El descalabro de Ciudadanos es de un 11,2% (2,16% vs. 13,36%), el mayor con diferencia (antes lo veíamos: 3.291 votos menos (704 vs 3.995)). El descrédito nacional de los naranjas ha arrastrado el buen cartel que -en algunos ámbitos- tenía Clara Cañizares, quien no ha sido suficiente reclamo. Perdió sus tres concejales de 2019.

Podemos, en su vorágine menguante de este domingo, también se ha deslizado hacia la catástrofe. En 2019 bajo la marca Podemos solo concurrió con una lista en Chiclana, mientras que 2023 han sido dos fuerzas separadas: Adelante Andalucía y, de nuevo, Podemos.

Hace cuatro años sumó 2.510 votos. Ahora obtienen 1.567 (552 AA y 1.015 los morados), o sea 943 votos menos. Porcentualmente fueron el 8,39%, y ahora baja al 4,81% (1,69% la lista de Ana Gema Olivares y 3,12% para la de Carlos Fernández). Curiosamente, ni juntos ni separados hubieran alcanzado el 5% mínimo necesario para entrar en el Consistorio con un concejal. Podemos ha perdido sus dos sillones en el pleno municipal.

MEJOR EL ORIGINAL QUE UNA MALA COPIA

Por último, Unidad Andalucista-Ganemos Chiclana era en estas elecciones la nueva marca de la otrora Ganemos. Con las nuevas siglas ha obtenido 1.164 votos menos (879 vs. los 2.043 de 2019). Porcentualmente los de Adrián Sánchez han bajado del 6,83% de 2019 al irrelevante 2,7% del pasado domingo.

Seguramente hubo electores que pensaron que si su voto iba a ir al final para servir a Román, igual se lo daban directamente, sin intermediarios. Se cumple así la máxima electoral Si es al mismo precio, mejor comprar un original que una mala copia. Y con esta debacle, volaron así los dos concejales que tenían el anterior cuatrienio.

9) La mayoría del bloque de la derecha siempre estuvo lejos este domingo. Cabría la tentación de pensar de si Ciudadanos no se hubiese presentado (tal y como pasará en la próximas generales) el PP hubiese mejorado. Con los 704 votos de C's en la casilla del PP, Hita no hubiera ascendido a la alcaldía. Nada cambiaría, el reparto de escaños hubiera sido el mismo.

Para que algo cambiara, manteniendo a Ciudadanos en las elecciones, hubieran hecho falta 1.502 votos nuevos más a la lista popular para que los gaviota sumaran el décimo concejal. Pero... tampoco valdría porque sería a costa de Vox, que se reduciría a dos escaños. La suma del bloque de derechas seguiría siendo doce porque es lo mismo 9+3 que 10+2.

DESUNIÓN DE LA IZQUIERDA

Hubiera sido necesario para cambiar la alcaldía que el PP sumara un voto más que el PSOE, es decir, alcanzar los 12.859 votos. De esta forma, el PSOE se reduciría a nueve concejales y el PP alcanzaría los once. El bloque de derechas traspasaría así la línea fronteriza del concejal trece, ese que otorgaría en esta hipótesis la mayoría absoluta. Una hipótesis alejadísima de la realidad, porque para esto harían falta 2.871 votos nuevos para la candidatura de Hita. Política-ficción, casi.

10) En estas horas Pedro Sánchez ha lanzado una opa hostil a todo lo que hay a su izquierda, convocando Elecciones Generales de inmediato. Eso da poco más de una semana para aclarar definitivamente la sopa de letras S+ UP IU MP C EC LV (que corresponde a Sumar, Unidas Podemos, Izquierda Unida, Más País, Compromís, En Comú y Los Verdes).

Poco más de una semana para saber si se unen en una sola lista de cara al 23-J, o definitivamente la izquierda verdadera -esa en lo que no está el PSOE- se va directamente a hacer puñetas. Eso sí en tres, cuatro o cinco bonitas papeletas diferentes en esas elecciones.

En estas municipales de Chiclana quedaba por saber cuánto ha penalizado la desunión a Izquierda Unida, Unidas Podemos y Adelante Andalucía. De haber competido en un sola lista -con las siglas que fueran- la unión de las izquierdas hubiera alcanzado los 4.036 votos, esto es, un 12.42% y se situaría en el tercer lugar por delante de Vox.

ROBERTO PALMERO DE ROMÁN

Todo ello se traduciría en un concejal más, es decir, tres para esa lista. Respecto a 2019. La unión aún perdería un escaño. Tanto IU como UP tenían cuatro (2+2) en la pasada  legislatura.

Lo más curioso es que la fuerza política que perdería ese concejal sería el PP, con lo que las fuerzas entre bloques quedaría algo más balanceada a favor de los socialistas. Catorce (once del PSOE más tres de la unión de izquierdas) a once (ocho del PP más tres de Vox). En cualquier, también serviría para que Roberto siga siendo palmero de Román.

En resumen, una pequeña catarata de datos numéricos con una casi nula posibilidad de rectificaciones o reparos. Ya saben, los números no se discuten... se comprueban. No obstante, me malicio que alguno se atreverá a cuestionar lo incuestionable en los comentarios del artículo.

Reconozco que tuve la tentación de responder a algunos en mis textos anteriores. Cierto que esos artículos estaban más abiertos a la opinión que este. Aquí, por el carácter numérico del mismo, diría que no caben objeciones con peso. En cualquier caso, recuerdo al genial Mark Twain que dijo: “Nunca discutas con un ignorante, te hará descender a su nivel y ahí te vencerá por experiencia”.