Diario de una opositora indignada (y II)

María José Navarro Cecilia-Maestra E.I, Licenciada en Psicopedagogía, Máster en Psicología y doctoranda de 4º año.-

Se puede constatar que cada Tribunal marca unas determinadas normas. Tribunales que admiten cuadros, organigramas, asteriscos, marcas para apartados, etc., en las pruebas escritas y otros marcan determinadas pautas para el guión de la prueba oral. ¿Por qué se saltan las normas comunes dictadas en el BOJA de la Convocatoria?

Estas normas dicen: “La Administración adoptará las medidas oportunas para garantizar que la primera prueba sea corregida y valorada de forma anónima. En consecuencia, se invalidará el ejercicio escrito que posea nombres, marcas o cualquier señal que pueda identificar al aspirante, así como aquel que resulte ilegible”.

Esto provoca desigualdades a la hora de competir y por consiguiente influye en el orden final de los aspirantes.

Según la Orden de 23 de marzo de 2015, por la que se efectúa convocatoria de procedimiento selectivo para el ingreso en el Cuerpo de Maestros, la calificación de la fase de oposición será la media aritmética de las puntuaciones de todos los miembros presentes en el tribunal, debiendo calcularse con aproximación de hasta diezmilésimas, para evitar en lo posible que se produzcan empates.

Cuando en las puntuaciones otorgadas por los referidos miembros exista una diferencia de tres o más enteros, serán automáticamente anuladas las calificaciones máxima y mínima, hallándose la puntuación media entre las calificaciones restantes.

CALIFICACIONES SOSPECHOSAS

¿Es normal calificaciones de 10 en ambas pruebas escritas? También existen calificaciones de 10 en ambas pruebas orales. Estos exámenes deben ser perfectos. Si comparáramos todos los exámenes calificados con esta puntuación (que los hay en diferentes Tribunales) deberían ser idénticos, excelentes e insuperables. Es obvio que parecería improbable si el Tribunal sigue la orden anterior, y me refiero al criterio de evaluación, no pongo en duda los contenidos de los aspirantes en cuestión.

Es poco probable que si cada uno de los 5 miembros del Tribunal tiene que calificar de forma individual y sin estar condicionados por las calificaciones o notas  del resto, se obtenga  un resultado de 10,00 (parece improbable que todos coincidan en el mismo valor al calificar independientemente), ningún vocal  puntuó con décimas ni calificó distinto de 10, lo cual puede hacer pensar que los exámenes escritos fueron calificados individualmente y, por consiguiente, contradiciendo la Orden.

Además, el tiempo que tuvo el Tribunal para corregir todos los exámenes, era realmente escaso.

Al final todas las notas se ordenan en un única lista y con ese orden se entra en la bolsa y cada Tribunal ha calificado de forma diferente. ¿Por qué esta desigualdad? Con una prueba tipo test se acabaría esta discriminación.

Si no tenemos bastante con la subjetividad de las pruebas escritas, llegan las pruebas orales.

Al parecer las notas de las pruebas orales están condicionadas a las obtenidas en las pruebas escritas. ¿Por qué piensa el Tribunal que si ha calificado bajo el escrito no puede calificar alto el oral? Es obvio que no es lógica tal postura. Parece ser una justificación, coartada y defensa del Tribunal en cuestión.

VALORACIÓN SUBJETIVA DEL TRIBUNAL

Nervios, la boca seca, ansiedad, altibajos en la fluidez de expresión…, al final incluso algún lloro por la presión. La espera mientras llega tu turno se hace interminable, sobre todo a los aspirantes que exponen al final del día. En cada convocatoria desfilan miles de personas con maletas y bolsos cargados de marionetas, muñecas, fofuchas, expositores, libros…, para exponer y argumentar su propuesta pedagógica. ¿Se valoran estos materiales? Bastante trabajo ocasionan desde luego.

Este material auxiliar no puede implicar una desigualdad de trato por parte del Tribunal. En todo caso, los órganos de selección velarán por que dicho material auxiliar no implique una desigualdad de trato en el desarrollo de esta parte del procedimiento selectivo.

¿Pero es así realmente? Cuando termina la exposición se descansa, pero te quedas triste e indignada por no saber si ha merecido la pena el esfuerzo. ¿Le habrá gustado mi actuación al Tribunal de turno? La valoración del Tribunal de nuevo es subjetiva y estamos expuestos a su veredicto.

Se  podría escribir un libro con todos los comentarios negativos de los opositores con respecto al desarrollo de las pruebas y a las valoraciones de las mismas por parte de los Tribunales. Éstos deben impartir las instrucciones para el desarrollo del procedimiento selectivo de acuerdo con lo dispuesto en la Orden de la convocatoria y aclarar las dudas que se puedan plantear.

FALTA DE RESPETO HACIA EL OPOSITOR

Pues bien, se dictan normas distintas para la realización de las pruebas escritas, demasiados suspensos sin tener sentido, notas bastante bajas para el tiempo de estudio empleado, etc. ¿Existe alguna indicación por parte de la Administración para que esto suceda?

En las pruebas orales se presionan a los candidatos dependiendo de la hora de exposición, se permiten el lujo de menospreciar la exposición oral por nervios, no mantienen una atención adecuada y de respeto a las exposiciones, existen diferencias de criterio entre unos y otros, se distraen mientras el aspirante expone, comen y dialogan entre risas…, y así podríamos seguir.

“Simplemente no es justo ni respetuoso. Mucho esfuerzo baldío por parte de los aspirantes”.

Recordemos que en este proceso de selección debe regir el principio de igualdad de oportunidades.