España también tiene hambre

Félix Arbolí [colaboraciones].-   

La  tragedia de los refugiados, que no todos son sirios, nos tiene a todos anonadados y los gobiernos y políticos europeos se han puesto las pilas rápidamente para acelerar las ayudas y aliviar las penas de esta pobre y desheredada multitud. Hacer el bien no puede ser causa de crítica, todo lo contrario.

A mí me duele como el que más ver a esas familias que van de país en país, con lo puesto, el resto se lo han quitado, sin agua ni alimentos, como si se fueran un rebaño de ovejas  trashumantes, buscando mejores oportunidades para poder vivir. Las escenas son espeluznantes y si las ve cuando estás comiendo, te da la sensación que estás cometiendo un terrible delito de insensibilidad y egoísmo. No digamos ya el caso de ese niño muerto sobre la orilla de una playa turca, que podría ser cualquier playa por la que pasan esas multitudes hambrientas y desesperadas. Han tenido que verse las fotos de estos ángeles sin alas para alcanzar un mundo mejor, para que el mundo llamado civilizado reaccione y haga examen de conciencia, propósito de enmienda y sentir dolor de corazón.

Tres consideraciones momentáneas, ya que pronto todo quedará en simple y triste anécdota. Hasta la hermética señora Merkel, jefa de una Europa que a nadie gusta, se ha emocionado y ha ablandado su gesto de legionaria en activo.

EL ESTORNUDO DE LA MERKEL

Y claro, cuando la todopoderosa teutona estornuda o lanza una orden, todos los tiralevitas de la Unión Europea, con la excepción del Reino Unido y algunos otros países norteños, que van por libres, se apresuran a brindarles cuantos pañuelos pueda necesitar para secar sus lágrimas o esconder sus emociones.  

Lo asombroso es que los miles de millones de euros que decían no encontraban para salir de las distintas crisis, que han pasado algunos países europeos, incluida España, hayan fluido tan rápidos para dar refugio, ayuda, casa, trabajo y educación a los millones de refugiados que entran por todas nuestras fronteras como auténticas avalanchas humanas.

Les dan hasta los papeles que legalizan su residencia en los respectivos países. A mí no me parece mal este despliegue y derroche de generosidad y caridad hacia los que llegan de países maltratados y masacrados, en su mayoría por las armas que les hemos vendido a sus verdugos. Es una obligación que todos tenemos hacia aquellos que nos necesitan.

Lo que no veo tan claro es que no hayan tenido esa generosidad y rapidez con Grecia, cuando se le pusieron las cosas tan difíciles y sus “hermanos” europeos le facilitaron los recursos a cuenta gotas para salir de ese caos dramático, después de obligarla a someterse a una serie de drásticas obligaciones y estrecheces.

LOS POBRES ESPAÑOLES EN DESVENTAJA

Ni tampoco el caso de los gobernantes y políticos españoles, donde uno de cuatro niños se acuestan sin comer, no tienen casa miles de nuestras familias, ni escuelas sus menores y, mucho menos, trabajo, porque nos decían que no habían medios económicos para soslayar la crisis y de pronto, como por arte de birlibirloque, aparezcan residencias y casas disponibles de hasta tres habitaciones, con baños y aseos incluidos.

Y escuelas con plazas libres y material escolar gratuito y hasta trabajo para que puedan vivir con dignidad estos refugiados, mientras los nuestros han pasado y siguen pasando auténtica hambre y abandono social ante la insensibilidad, ineptitud y mala gestión de unos gobiernos que miran más a la galería, que al interior de sus propias casas. ¿Si tenían estos medios disponibles por qué no los utilizaron con los nuestros en tantos años de  crisis?

No es ir contra los inmigrantes y refugiados, que son los que menos culpa tienen, pero hay muchos países millonarios y musulmanes que deberían hacer más caso a las normas de su religión y aliviar la miseria de sus hermanos en la fe y necesitados vecinos. ¡Que pasaría si fueran  en tromba a esos países!

La Media Luna se oculta tras las nubes y la Cruz tiene que salir en ayuda de los que no la veneran y en sus países hasta torturan a sus seguidores. ¿Es esto lo que predicó Mahoma y figura en el Corán?

Antes que  ninguno, aunque me cueste dolor y pena tener que escribirlo, están nuestras familias y niños que pasan hambre y frío ante la indiferencia de un gobierno y unos políticos, que llevan años viendo su situación y no se han inmutado para aliviar tanta y cruel miseria y ahora se lanzan a toda prisa a socorrer a los que llegan de fuera, porque la “señora” de Europa así lo ha decidido. 

ABANDONO DE NUESTROS DESESPERADOS

Dejamos a nuestras familias desahuciadas, viviendo en la calle, abrigándose a base de diarios y cartones para dormir e instalamos en confortables residencias y casas de acogidas a otros necesitados, como si los nuestros estuvieran predestinados a tener que padecer de por vida.

¿No tienen derecho nuestros pobres también a estas ayudas? ¿Por qué nadie se ha preocupado de ellos, si tenían, por lo que veo, dinero para solucionar muchos de sus problemas? 

Lo que no podemos es abandonar a los nuestros desesperados y darle todas las ventajas a los miles que vienen de otros lugares, incluidos los que a diario se nos cuelan por las fronteras de Ceuta, Melilla y el Estrecho.

Aparte del número que ya pueblan nuestras ciudades y calles, nos vienen quince mil más, como si el euro en España fuera chicle, Mahoma nuestro Profeta y los países petrolíferos y prósperos que practican su misma fe, siguen sus vidas de lujo y refinamiento indiferentes al drama de los suyos.

Si nuestro gobierno, políticos, comunidades y ayuntamientos podían hacerse cargo de esta ayuda masiva, ¿por qué han permitido que nuestros pobres estuvieran y estén tanto tiempo al límite de su supervivencia?