Donación del retrato de José Vázquez Pleguezuelos al Museo de Chiclana

Pintado por José Cruz Herrera en 1930, ha sido entregado por las hijas del retratado, Francisca y Margarita Vázquez.-

El Museo de Chiclana ha recibido la donación de un cuadro pintado por José Cruz Herrera en 1930 a José Vázquez Pleguezuelos y que ha sido proporcionado por las hijas de este último, Francisca y Margarita Vázquez. Asistieron el alcalde, José María Román, la delegada de Cultura, Josefa Vela, y el director del Museo de la ciudad, Jesús Romero.

El regidor agradeció a las hermanas dicha donación: “Desprenderse del cuadro de un padre es mucho, por lo que no hay palabras para trasladar el agradecimiento a la familia. Por ello, queremos corresponderle como se merece. Nosotros vamos a darle el sitio que esta magnífica obra debe tener en nuestro Museo dentro de la exposición permanente”.

Por su parte, Francisca Vázquez resaltó que “en la vida hay cosas muy importantes como el amor, más que la situación económica. El amor lo amplifica todo, el amor es dar. Este cuadro no tiene un precio específico, pero sí nuestro amor y cariño, por lo que le pido al alcalde que los cuadros que tengo puedan estar en este magnífico Museo de Chiclana”.

Finalmente, Jesús Romero indicó que “esta pieza viene a enriquecer el Museo, que se está quedando pequeño. Cuando llegamos a principios de la Legislatura, la idea de la edila y del alcalde era revitalizarlo con actividad continua”.

Este retrato, que se une a otras obras de artistas de la provincia de Cádiz, “es de un autor muy vivo, tal y como se refleja en las subastas con precios de salida bastante notables”.

José Vázquez Pleguezuelos, a quien José Cruz Herrera consideraba “el gran artista del vestir”, coincidió con el artista en Casablanca, encuentro del que nacería una íntima y duradera amistad. Fruto de esta amistad es, entre otras piezas de Cruz Herrera, así como de su hermano y de su hija (también artistas), este retrato que ha sido donado por las hijas de José Vázquez al Museo de Chiclana y que fue realizado en 1930, cuando el retratado contaba con 26 años de edad, como hace constar el propio autor en el reverso del lienzo.

Este retrato es una buena muestra del género que con más éxito cultivó Cruz, nacido en La Línea de la Concepción en 1890 y fallecido en Casablanca en 1972. Indicar que la pieza fue restaurada por Serafín Prieto Arenas en abril de 1990.