EDITORIAL JULIO 2019-Por un buen puñado de euros
Ya se
aclararon las dudas de cómo sería en nuevo gobierno municipal, formado por
PSOE-IU y Ganemos, que con sus trece escaños mandarán con mayoría absoluta
nuestro ayuntamiento.-
Cuando
menos votos y concejalías saca José María Román,
más fácil le fue formar gobierno, y sólido, si IU no hace lo mismo que en 2008
y traiciona a los socialistas como entonces llevaron a cabo con el
cuatripartito, echándose en brazos de Román. Entonces Roberto Palmero era el administrativo de IU, nombrado por José Pedro Butrón.
Él formó
parte de esa coalición anti natura como la catalogó el PSOE, rabioso por haber
perdido el sillón, que creía suyo y que recuperó con malas artes, un campo en
el que se mueve como pez en el agua. Pero para poder llevar a cabo Román sus
pretensiones, tuvo que comprar las voluntades políticas de una concejala
expulsada de IU, Nadine Fernández, y de
la edila del PSA María Ángeles Polanco,
ambas en el gobierno de Ernesto Marín
hasta entonces.
Fernández
estaba en el grupo de los no adscritos, pero en las conversaciones para aliarse
con Román estuvieron presentes el hoy aliado de éste y su compañera durante
ocho años en la oposición Ana Rodríguez,
la segunda con más protagonismo. Los dos eran cargos de confianza elegidos por
Butrón, cobraban unos buenos sueldos y estuvieron de acuerdo con el pacto de IU
con el PP, PSA y PA, del que se aprovecharon durante año y medio, tiempo que
duró Marín en la alcaldía.
Esa
confianza la convirtieron en traición y lo que había sido bueno para Chiclana,
quitando el poder al PSOE, en él desde 1979, que había convertido nuestra
ciudad en un cortijo suyo, pasó a ser un pacto anti natura. El resultado fue
que Rodríguez, que había presentado su dimisión dos meses antes como cargo de
confianza de IU, volvió al Consistorio, esta vez como cargo de confianza de
Nadine Fernández.
Román
entregó a ésta Cultura y Deportes, aunque casi nunca ejerció como tal, porque
no iba a los actos de su competencia y su flojera era tan grande que a partir
del jueves al mediodía ya no podían contar con ella para nada, yendo en su
nombre dos concejales socialistas, José Luis
Aragón Panés en la primera y José Luis
Ruiz Piñero en la segunda. Eso sí, su sueldo de casi 3500 euros
mensuales le llegaba íntegro. Si le hubieran pagado por su trabajo habría
cobrado menos que los de la oposición.
Además,
Ana Rodríguez y Roberto Palmero pasaron a Cultura, aunque este último seguía
como administrativo de IU, lugar por el que nunca apareció en los dos años y
medio que quedaban del periodo corporativo. Palmero no hizo absolutamente nada
en ese tiempo, solo poner la mano y cobrar por no trabajar. Bueno, llevaba los
cafés a la concejala y a su cargo de confianza. Nada más.
Como pago
a la traición, fueron los que encabezaron la lista de IU, logrando dos escaños.
Cuatro años en blanco, nueva candidatura y tres ediles, haciendo lo mismo,
nada. Ahora Palmero ocupó el lugar de su compañera de fatigas y perdió un
concejal, pero a cambio ha pactado con Román, donde será edil de Medio
Ambiente, con un sueldo mensual de 3.400 euros (no sabemos la cifra exacta
porque en la web municipal no aparecían los sueldos y bienes de los ediles a
principios de julio).
La
ineptitud se paga muy bien. Y la traición también. Diez años después por fin
Palmero ha recibido su recompensa con un buen puñado de euros. Adrián Sánchez, la otra muleta de los
socialistas, otro que tal baila. Ya se quitó la careta y recibirá lo mismo que
Palmero. Atrás quedó lo de cobrar tres veces el sueldo base. Los comunistas y
progresistas dejan de serlo en cuanto les pones delante un buen puñado de
euros, como a Palmero y Sánchez.
Te da coraje que no ganen los ppfranquistasultracatolicosladrones
ResponderEliminarPaco, les ha dado en la frente, falta algún cónyuges y padres que se han aprovechado de la situación
ResponderEliminarUno de los que han cobrado del ayuntamiento es el director de esta revista.
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