Presidencia de la UE (final)
FĂ©lix de la Fuente [colaboraciones].-
Los grandes logros que han supuesto estas siete dĂ©cadas de integraciĂłn europea, no pueden quedar en entredicho por mis crĂticas a ciertos aspectos o ciertos hechos de la UE: 77 años de paz dentro de las fronteras de la UE es algo que nunca podremos agradecer suficientemente a todos los que han dedicado algĂşn esfuerzo al entendimiento entre los europeos, es algo que ni siquiera en estos momentos de tanto derramamiento de sangre, llegamos a comprender.
Es muchĂsimo lo que hemos avanzado en el campo de la solidaridad entre los europeos, muchĂsimas las trabas que han desaparecido para que los ciudadanos de la UniĂłn podamos movernos libremente por Europa y trabajar y estudiar en cualquier paĂs de la UniĂłn.
La integraciĂłn europea es para mĂ el mayor proyecto polĂtico de toda la historia de Europa, que, además, se ha fundado, no en las armas ni en las conquistas, sino en la libre voluntad de sus ciudadanos. La UniĂłn Europea, premio Nobel de la Paz, debe ser un orgullo para todos los pacifistas europeos y del mundo. El programa Erasmus está contribuyendo a travĂ©s del intercambio de los futuros dirigentes de Europa a la integraciĂłn europea mucho más que todos los polĂticos actuales juntos.
Mis palabras, a veces crĂticas, no van dirigidas al proyecto europeo, sino a todos aquellos vividores del mismo. Mis crĂticas a la UE no son por todo lo mucho que ha hecho, sino por todo lo mucho más que podrĂa haber hecho. Los defectos y los vicios nacionales los hemos trasladado lamentablemente a la polĂtica europea. La partitocracia, dominante en casi todos los paĂses de la UniĂłn, se ha afincado profundamente en las instituciones europeas.
Mis crĂticas van dirigidas muchas veces a los polĂticos españoles o nacionales de otros paĂses, porque no alcanzan los estándares europeos y porque en sus polĂticas nacionales están contradiciendo a los principios solidarios de integraciĂłn europea.
Es esta la razĂłn por la que defiendo que España -de otros muchos paĂses se podrĂa decir algo similar- no deberĂa presidir la UniĂłn Europea. Lo he dicho y lo vuelvo a repetir: en el Parlamento Europeo, que ha otorgado el premio Sájarov a Basta ya, no pueden sentarse como presidentes de la UniĂłn, unos ministros españoles que están gobernando gracias al apoyo de un partido polĂtico simpatizante, como mĂnimo, de unos violadores de aquellos derechos humanos que defendĂa Basta ya.
Un paĂs con la mayor tasa de paro juvenil de la UE no encaja en un proyecto europeo que ve en los jĂłvenes el futuro de Europa.
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