Chiclana en “alerta por fachas” (la izquierda se lo tiene que hacer mirar (I)

FERNANDO PEREA [colaboraciones].-

Fernando Perea, periodista y colaborador de PUENTE CHICO, nos retrata con su brillantez habitual y espíritu de análisis, una situación que tenemos en Chiclana –políticamente hablando-, que por su extensión lo dividiremos en dos partes. Les ofrecemos la primera de ellas.

Una encuesta es la foto fija de una opinión generalizada que se mueve y varía con el tiempo. Un sondeo es eso, una encuesta. Pero previa y generalmente orientativa a la decisiva: la del día de elecciones. La encuesta que cuenta de verdad.

Justo en un año, en Chiclana -y en el resto del país- hemos tenido dos de esas. El 28 de mayo del año pasado la encuesta era para elegir alcalde y concejales para cuatro años. El pasado 9 de junio se elegían en toda España a 61 eurodiputados que servirán entre Estrasburgo y Bruselas por espacio de cinco años.

Dos elecciones -dos encuestas de foto fija- muy distintas, pero que pueden ser muy esclarecedoras. Las municipales aquí suelen favorecer, en mayor o medida, al Partido Socialista. El historial de resultados no es discutible. Sea por candidato, por tradición o por un poco de cada cosa, al partido del capullo de rosa le suele ir mejor en este que en otro tipo de procesos electorales.

Las europeas son la verdadera medida del electorado del país. Si en las generales -sin ir más lejos- no se tuviera el estúpido sistema de partir el país en 50 provincias y las dos plazas norteafricanas para elegir el parlamento de todo el Estado, no habría capacidad de chantaje de nacionalistas e independentistas para que uno de los dos partidos principales formen gobierno. Ese chantaje por el que ha pasado todo gobierno que no tenga mayoría absoluta.

Esto es, desde el señor de los bonsais (Felipe González) al señor del bigote que decía hablar catalán en la intimidad (José María Aznar), pasando por el mayor retorcedor de diccionarios (M. Rajoy) o el hombre del frecuente cambio de opinión (Pedro Sánchez). Todos han tenido que pasar por el aro de los Jordi Pujol, Xabier Arzalluz, Artur Màs, Andoni Ortuzar, Oriol Junqueras o Arnaldo Otegui de turno.

Ojalá la ley electoral se adecuara para que los votos valgan igual en Soria que en Tarragona, en Bilbao o en Huelva. Si se eligen para un parlamento estatal, la circunscripción tiene que ser una y también estatal (como en la europea), si es regional que la circunscripción sea la Comunidad entera. Votar por provincias es oxígeno y glucosa para los de Junts, Bildu, PNV y ERC. Con otro sistema tendrían cuatro gatos tras la Puerta de Los Leones.

ANÁLISIS: PARTIDO A PARTIDO

Constadas las diferencias entre lo que se votaba en mayo del 23 y en junio del 24, podemos extraer algunas correlaciones de todos esos números:

1) La población de Chiclana mostró en junio que está hasta las gónadas de los políticos actuales.

La abstención subió hasta las 44.299 personas que hicieron cualquier otra cosa mejor que votar. Fueron 8.649 más que un año antes. Es decir, subió un 11,51% de un año para otro, llegando al 63,51% de abstención.

El hartazgo es máximo: de cada tres votantes chiclaneros, dos huyen del colegio electoral. Bastante más que en el resto de España, donde la abstención fue doce puntos menor (51,05%).

2) EL PSOE SE HUNDE EN CHICLANA

En las elecciones europeas se vota más parecido a las nacionales y autonómicas, que en las locales. Eso lo sabe todo el mundo. Luego estos resultados son los verdaderos del Partido Socialista, sin interferencia de los factores clientelismo local del voto y candidato reconocible que en Chiclana suelen ser considerables.

7.170. Son los votos que sacó el PSOE en junio pasado. Frente a los 12.859 que obtuvo para llevar a José María Román a su última re-elección. Pierde 5.689 papeletas en el lapso de un año. Baja un demoledor 11,22%. Deja de ser el más votado para pasar a la segunda plaza.

El desgaste de la falta de mayoría para gobernar, el chantaje permanente de sus socios independentistas, el Koldogate, la única ley aprobada (la amnistía), y las noticias que apuntan a que pudiera terminar habiendo un Begoñagate, es un peso en apariencia insalvable. Hasta para un experto en resurrecciones como el hombre profundamente enamorado, puede ser ya heavy-metal. De momento, en Chiclana van en caída libre.

3) EL PP PIERDE VOTOS TAMBIÉN, PERO ES EL QUE MÁS MEJORA

Lo anterior parece una contradicción. Pero no es así. En la municipales de 2023 obtuvieron 9.998 votos, que suponían un 30,73% del total. Hace un mes perdieron 369, pero como hubo ese bajón de participación, los votos de los populares suponían un 38,01%.

Paradójicamente un 7,28% más... convenciendo a casi 400 chiclaneros menos. Lo que se dice crecimiento virtual. Si el PP no es capaz de crecer -de verdad- con lo que hace Sánchez, se va a empezar a cuestionar si Núñez Feijoó puede llegar a Moncloa por un camino distinto a la auto-desintegración socialista. Y la guadaña se afila cada mañana, puntualmente, en la sede del gobierno autonómico de la madrileña Puerta del Sol.

4) VOX, COMO EL PP... O PEOR

Los de Santiago Abascal hace un año convencieron a 3.470 votantes de esta ciudad. Ese 10,67% le hizo entrar en el Consistorio por primera vez. Una vuelta al Sol más tarde solo obtuvo 3.082 y se dejó 388 papeletas por el camino. Por la misma razón que los populares, la baja participación le llevó a un 12,16% del total. Esto es, otra mejora virtual -que no real- de un 1,49%.

Ocurrió pocas semanas antes de los divorcios regionales con el PP, lo que arroja la duda de si el Vox de ahora también está estancado. O algo peor si cabe para ellos: que se vea apretado entre dos fuerzas políticas, que lo inmovilizan y le impiden crecer.

5) SE ACABÓ LA FIESTA, LA NOVEDAD QUE RECOGE EL DESCONTENTO DEL ELECTOR CIEGO

Esta opción entre populista y gamberra, que parece abominar de la clase política y del sistema... pero que recurre al sistema y a sus elecciones para entrar en el juego democrático, ha calado a nivel nacional. Y en Chiclana, aún más.

El nuevo actor político no estuvo en el juego de las municipales, luego no tiene precedentes para comparar. Es la ultraderecha en estado puro. Sin los mínimos formalismos -cada vez menos- que se gasta Vox, a los que ha vampirizado el voto. Y a los que obliga ahora a echarse al monte, abriendo de par en par la competición para ver quién puede decir la burrada más grande.

A nivel nacional obtuvo un 4,58% y tres eurodiputados. En nuestra ciudad logró 2.042 votos. Eso es un 8,06%, cercano a duplicar los números de todo el país.

Es innegable que han capitalizado el comprensible descontento y desencanto de la población, pero cuesta pensar que hay tanto ultraderechista entre nosotros. Más parece el mismo desahogo que históricamente sirvió en elecciones europeas para que aparecieran partidos como el de José María Ruiz-Mateos o el de Jesús Gil.

Pero en esta hiperpolarización que sufrimos en España, la aparición de este tipo de propuestas, son tan preocupantes como vergonzantes. La borrachera de desencanto hace que el elector quede ciego. Tan ciego como para votar al primero que sale en redes, sin analizar mínimamente el pelaje que se gasta.

6) SUMAR EN EL DESIERTO

Con esta marca (Sumar) no se presentó a las municipales. Hubo hasta tres integrantes de ese camarote de los Marx Brothers que es la actual izquierda española que presentaron listas en Chiclana, y que no es difícil entender que en estas europeas sus distintos votos van al caladero de los de Yolanda Díaz.

En 2023, Izquierda Unida sacó en Chiclana 2.469 votos, un 7,59%. Las papeletas de Ganemos sumaron 881 y otro 2,71%. Por último, Adelante Andalucía logró 552 sufragios y un 1,70%. Adicionando las tres, componemos la base teórica de la que partiría Sumar en Chiclana estas europeas: 3.902 votos, un 12%.

Bajo esa premisa, lo de Sumar es un restar en toda regla. En junio obtuvieron 1.156 votos, un simple 4,56%. Supone un retroceso de 2.746 votos, y un 7,44% en términos porcentuales.

Las ocurrencias de Díaz, que generalmente es tan bienintencionada como torpe en la comunicación del mensaje, también tienen hastiado a su electorado. La permanente sopa de letras de la izquierda -que van camino de un partido distinto cada mil votantes- y su ruptura con la otrora fuerza aglutinadora de ese espacio, hacen el resto. Trasladan una continua imagen de muleta de los socialistas, sin apenas iniciativa legislativa y muy seguidista en las votaciones que plantea el habitante de La Moncloa.

7) PODEMOS, O MÁS DE LO MISMO

En Chiclana, Podemos obtuvo 1.020 papeletas en las últimas municipales, un 3,14% del total. En las europeas, y frente a su némesis yolandista, sacó 850 votos, que con la subida abstencionista supuso un 3,35%. Como en casos anteriores, perdieron 170 sufragios pero subieron un 0,21% en participación.

Empate en la práctica de 2023 a 2024, que se debe traducir como estancamiento. Lógico viendo su panorama a nivel nacional. Merced a sus propios errores en la cúpula del partido (que seguirá pagando peaje mientras sigan la estela de la línea Pablo Iglesias, pareja & friends).

Merced también a la enorme presión mediática de la incesante batería de fakes esparcido por la trinchera desinformativa financiada por Isabel Díaz Ayuso y su amado brazo armado Miguel Ángel Rodríguez Bajón. Y hasta examinada al microscopio del aparato parapolicial desde tiempos de Mariano Rajoy (y que no se sabe hasta cuándo se ha prolongado). Podemos ha tenido siempre las peores cartas de esta mano.

(CONTINUARÁ)