Varias zonas del paseo marítimo de La Barrosa aparecieron con pintadas

Chiclana Natural las quitó inmediatamente, en contraste con el resto de grafitis de la ciudad, que llevan meses o años sin que los hayan borrado.-

Los vándalos hicieron acto de presencia este pasado fin de semana al pintar una serie de grafitis por distintas zonas del paseo marítimo de la plaza de La Barrosa. Asimismo, por segunda vez, el bebedero colocado como parte de las mejoras que la delegación de Medio Ambiente el pasado mes de junio, sufrió un acto vandálico en la madrugada del sábado 11 de agosto.

La empresa municipal Chiclana Natural agilizó las gestiones para proceder a las labores de limpieza de estas pintadas con el objeto de restituir la buena imagen de la zona costera, que en estos meses cuenta con gran afluencia de turistas que valoran ésta y unas playas limpias y cuidadas.

“Una vez más se recuerda que en hechos como éstos la colaboración ciudadana y la concienciación siguen siendo una ayuda esencial en la lucha contra actos vandálicos como estos, que únicamente provocan el empeoramiento de la imagen de nuestro municipio”, comentó el delegado de Medio Ambiente y vicepresidente de Chiclana Natural, Joaquín Guerrero.

Reseñó que “el buen estado de conservación de nuestro municipio tiene como actor principal al ciudadano, por lo que insistimos en apelar al civismo para el buen mantenimiento de nuestros espacios públicos”.

En estos últimos años se han producido distintos actos vandálicos en la zona del litoral, destacando las pintadas que sufrió hace poco más de dos años la Torre del Puerco, declarada Bien de Interés Cultural. “Queremos mostrar nuestra preocupación por este tipo de actos vandálicos, ya que se daña la imagen de la ciudad, más aún en esta época en la que miles de visitantes se acercan a Chiclana a pasar las vacaciones”, manifestó.

Guerrero no dijo nada de las pintadas que ilustran nuestras paredes del centro, algunas en lugares emblemáticos como la plaza Mayor o la calle Hormaza, al lado de la Iglesia Mayor o la de Jesús Nazareno. Y con dibujos obscenos, que no quitan en meses o años. Aquí los turistas, por lo visto, no vienen, por lo que no hay que hacer limpieza.