Ahora o nunca
Félix de
la Fuente [colaboraciones].-
Actualmente
se dan todos los elementos de choque capaces de despertar a un muerto, para que
los políticos se den cuenta de que con este reino d taifas en que se ha
convertido Europa, no vamos a ninguna parte. América y China, con sus ataques
comerciales y su dúmping ecológico y social, y Rusia, con sus fake news cibernéticas, están amenazando
gravemente a nuestras débiles democracias, a nuestros sistemas sociales y a
nuestras aún más débiles economías.
Impotencia
absoluta frente al coronavirus y gravísimo peligro de nuestros sistemas
sanitarios. Si ahora no reaccionamos a tiempo, posiblemente se nos venga abajo
o se nos retrase durante décadas o siglos el proyecto político más importante y
más ilusionante de toda la historia de Europa, porque se trata de un proyecto
basado en la paz y en la solidaridad, no en las armas, y democráticamente
gestionado.
Si los
peligros externos son graves, los peligros internos aún mayores: egoísmos
nacionales, desunión, paro, pobreza, migración forzada Sí, efectivamente el
mayor peligro que nos acecha a los europeos se llama destrucción interna, se
llama implosión.
Los
ciudadanos europeístas somos consciente de este peligro, pero no hacemos nada,
El Parlamento Europeo. la Comisión Europea y el Banco Central Europeo son
también conscientes de la gravedad de la situación y están dispuestos a hacer
lo que está en sus manos, pero sus decisiones no siempre son tenidas en cuenta
por los jefes de gobierno de los Estados miembros.
Ahí está
el verdadero peligro de Europa. Se llama Consejo y Consejo Europeo o, lo que es
lo mismo, jefes de gobierno, que, con este galimatías de términos, no hay quien
se entienda. También estos políticos son conscientes del riesgo que corremos
los europeos, pero tomar las medidas adecuadas les supone perder parte de su
poder y de su arrogancia.
MÁS UN
VOTO QUE UN MILLÓN DE MUERTOS Y PARADOS
Les
importa más un voto que un millón de muertos o un millón de parados. Y no me
refiero sólo a los actuales jefes de gobierno. El mal viene de lejos. Los jefes
de Gobierno son el freno de Europa (y también de nuestras democracias).
Qué tiempos aquellos en los que el partido comunista era uno de los principales impulsores de la integración europea. Un político italiano, incluido en la lista del partido comunista a las elecciones europeas, había escrito “Por una Europa libre y unida” (Manifiesto de Ventotene).
Después
contribuiría, como quizás ningún otro europarlamentario hasta ahora lo ha
hecho, al avance hacia la integración europea. ¡Si Altiero Spinelli levantara
la cabeza! ¿Qué hacemos los
Estados desunidos de Europa frente a los Estados Unidos de América? El ridículo” (frase atribuida a Salvador de Madariaga).
Cuánto tiempo perdido. Ni siquiera la pandemia del
coronavirus nos ha abierto los ojos. Tiempos mediocres los que nos ha
tocado vivir, con unos políticos de pacotilla. Hoy Europa se dedica a ahondar
el foso entre los países del Norte y los países del Sur y a crear su propia
tumba.
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