Chiclana, cuna de oficios-La ebanistería-Ramón Ramírez Aragón: Fuerza y nobleza
PEPE VELA
M. [colaboraciones].-
La
ebanistería es la rama de la carpintería más noble. La palabra deriva del
ébano, considerada desde siempre como madera preciosa. Es la rama que fabrica
muebles acompañada de técnicas como la marquetería, tallas, taraceas y
torneados, para conseguir el máximo esplendor en este oficio. Se elabora con
distintas maderas como pino, haya, castaño, roble, nogal o las más apreciadas
como el ébano, la caoba o caobilla, palo rosa o el palosanto y otras muchas
más. Este mes hablamos con un conocido ebanista, al que le viene de familia: Ramón Ramírez Aragón.
Perteneciente
a una de las familias con más renombre de Chiclana en el sector de la madera,
su abuelo, Ramón Ramírez Aragón, y sus
tíos abuelos, Alejandro y Manuel, iniciaron el camino de la carpintería y
después lo hicieron sus tíos Juan y Alejandro Ramírez, con los cuales trabajaba su
padre Francisco Ramírez Aragón.
Cuando
nace Ramón el 29 de septiembre de 1942,
en la calle Ancha, nº 24, ya olía a madera pues la carpintería donde su padre
trabajaba con sus hermanos, estaba enfrente de su casa.
Una de las
veces que su padre fue al Ayuntamiento a trabajar, le ofrecieron quedarse de
plantilla de maestro carpintero, a lo que accedió en 1951. Posteriormente, a la
edad de 14 años, Ramón entró también en plantilla para trabajar con su
progenitor. Siendo el
sueldo de esa época en los organismos oficiales un poco corto y para
compensarlo tenían que echar ratos después de las 17,00 horas, que era cuando
salían de su jornada en el Consistorio.
Tomaban
café en el bar Revuelta y después, hasta
las 21,30 horas, en casa de don Manuel Moreno
Herrera, en la calle La Vega. O con de don Agustín Macías Peralta en una bodega que tenía en la zona del
Castillo.
Su padre
llevaba tiempo con la intención de montar su propio taller y el mismo
Ayuntamiento le arrendó un local en la calle Fraile por cinco años. Corría el
año 1963 cuando su padre montó la carpintería. Tenía 22 años y sus hermanos, Juan, Francisco
y al final José Luis se fueron
incorporando, también a temprana edad.
En ese
taller, el día de la riada de Chiclana, el 19 de octubre de 1965, llegó un
vecino que decía haber visto unas nubes por el pinar María y que iba a caer una
buena. Continuaron con su trabajo hasta que el río se iba desbordando poco a
poco y el agua empezaba a subir, llegándoles a la cintura.
Fueron
hasta la azotea donde un helicóptero intento sacarlos, pero era tanta la racha
de aire que desprendía, que no podían subir, y estuvieron hasta las 10 de la
noche, donde a esa hora todavía les llegaba el agua por la rodilla y lo peor es
que abajo, en el taller, tenían un armario totalmente acabado de madera y
encerado, que tenían que venir a recoger el día anterior, quedando totalmente
mojado.
Después su
padre compró una finca en la misma calle para hacer el taller y también su
casa. En 1983 pierden al cabeza de familia y él, con sus hermanos Juan,
Francisco y José Luis se hicieron cargo de la carpintería, alternando la venta
de muebles con la fabricación a medida y así fueron creciendo los cuatro
hermanos, donde han estado juntos hasta la jubilación de cada uno.
TRABAJOS POR ENCARGO
Han sido
muchos los trabajos realizados en su vida profesional pero hay algunos que le
gusta destacar, como las primeras librerías que se hicieron para la biblioteca
municipal, o los dos sillones que se igualaron con los demás del pleno del
Ayuntamiento por el aumento de dos concejales, como también los bajos del techo
del nuevo templete de la música de la Alameda, estando de alcalde José de Mier Guerra.
También
recuerda un comedor completo para una familia de Chiclana, aparador, vitrina,
mesa y sillas, todo en caoba sacada de unas vigas que salieron de un edificio
de Cádiz donde habían estado de cargaderos.
Otro
trabajo interesante fue el cancel de la iglesia de San Telmo (contrapuerta de
la iglesia después de la principal que se abre por los laterales), estando
entonces de superior el padre Andrés y
recuerda de forma especial por el trabajo y por el cliente, de los salones del
doctor Blas Meléndez Virués, diseñado por
un decorador de Cádiz y fabricado totalmente en caobilla.
Siempre
con mucho trabajo por encargo, recuerda que un año por Navidad, les aflojó la
faena e hicieron varias cómodas de caobilla de 90 y 120. A un cliente de
Chiclana, relacionado con el sector del vino, le gustó tanto que le compró
varias de ellas.
DEPORTE POR PRESCRIPCIÓN MÉDICA
Estudió en
el grupo escolar de la calle La Plaza, lo que hoy son los Agustinos, siempre con ánimo de aprender. De
mayor sacó el graduado escolar y también hizo varios cursos de informática,
donde consiguió buena nota y conocimiento.
Se casó
con Dionisia Aragón Butrón en la Iglesia
Mayor con 27 años. Ella tenía 22 y la conocía desde joven. Fueron de viaje de
bodas a Granada y Sevilla. Han tenido cuatro descendientes, un hijo, Francisco Javier y tres hijas, Remedios, Carmen
y Milagrosa, cumpliendo el próximo año las
bodas de oro. Gran aficionado desde pequeño a los toros, a los 35 años tuvo que
pasar por el quirófano para una operación de menisco en su rodilla.
A partir
de entonces el médico le recomendó que hiciera deporte. Con su hermano
Francisco, Manolo Forero y José María Ruiz hicieron muchas rutas de
montaña y varias cicloturistas, siendo la primera en Sanlúcar de 120 km y otra
en Jerez, con recorrido San José del Valle, Paterna, Medina y terminando en
Jerez, llegando el primero en bicicleta de montaña, pues son carreras mixtas.
CAMINO DE SANTIAGO
También en
bicicleta hace el camino de Santiago empezando en Roncesvalles y pasando por
León, el llamado camino francés, acompañándoles el padre José, Manolo el
Titi y Florentino Sigler, que
llevaba el coche y les servía de avituallamiento.
Llevó a
cabo otra con su hijo por la Ruta de la Plata en 2016, saliendo desde Mérida
hasta Santiago de Compostela, completando el recorrido ya cumplidos los 73
años. A sus casi 78 rebosa jovialidad, así como fuerza y nobleza, igual que la
madera que tanto esmero elaboró en su trabajo y tanta satisfacción le dio.
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