Me duelen los españoles
Félix de la Fuente [colaboraciones].-
No. No me digáis que nos duele España. Esto ya lo
dijo Unamuno, y después esa frase se
ha venido repitiendo y manoseando continuamente. A Unamuno le dolía
realmente España, toda España, la España de todos, mientras que a los
repetidores de esta frase les duele su
España. A otros ni siquiera les duele su España, porque querrían hacer
desaparecer esta palabra del diccionario de la lengua. (FOTO: Miguel de
Unamuno).
No es la España del PSOE ni la España del PP la que nos duele a muchos. Son los españoles -no importa a qué partido voten- que no pueden llegar a fin de mes, porque su sueldo no da para más, son los jóvenes que tienen que seguir viviendo con sus padres, porque no pueden independizarse, son los niños que no pueden permitirse un ordenador o una tableta y tendrán que seguir semidesconectados de la tecnología actual, son los ancianos en su soledad los que nos duelen.
Lo que nos duele a muchos son aquellos españoles que probablemente no crean en ningún dios, pero que tienen una fe ciega en su partido político. Me duelen todas las personas, ya sean de izquierdas o de derechas (aunque no me gustan estos términos), que después de haber luchado por unas mejores condiciones sociales, ahora se sienten defraudados por el retroceso que está sufriendo nuestra democracia.
A mí me duele también que por culpa de nuestros partidos políticos vayamos perdiendo la ilusión por la integración europea, que de momento es nuestra única tabla de salvación.
No es España la que nos duele a millones de españoles. Las imágenes de estos últimos días de nuestras playas repletas no lograrán ocultarnos la foto del paro en nuestra patria (el doble de la medida de la UE con España la cabeza también del paro juvenil de toda la UE) ni tampoco podrán edulcorarnos la realidad de esas colas de personas que tienen que recurrir a la caridad –sí, esa palabra que algunos quisieran desterrar y que la asistencia social, después de cuarenta años de democracia, no ha logrado hacer innecesaria-.
Tras estas elecciones, que unos partidos que han ganado creen que las han perdido y otros que las han perdido creen que las han ganado, la compuerta de la emigración tendrá seguir abierta para nuestros jóvenes, para que pueda escapar la fuerza laboral que sobra en España. Sí, señores, en España sobra la juventud, mientras se buscan políticos analfabetos que nos gobiernen.
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