David Bisbal puso ritmo al poblado de Sancti Petri
TriunfĂł
con sus canciones nuevas y las más antiguas, ante un público entregado.-
El
pasado sábado le tocaba el turno a David
Bisbal cantar en el Concert Music Festival. Nos presentaba su
último álbum Hijos del mar, que ha
sido disco platino en España. VolvĂa
a Chiclana una década después y recién casado tras una boda en secreto con Rosanna Zanetti. (FOTOS: Mayk Pavón).
El
concierto dio comienzo con 15 minutos de retraso. A las 22,45 los mĂşsicos
entraron en escena y el pĂşblico, unas cuatro mil personas sobre un aforo de
cinco mil, empezĂł a jalear la entrada del artista almeriense. La primera
canción, Quién me iba a decir, de su
álbum Premonición, allá por el año 2006,
daba el pistoletazo a un concierto que iba a durar casi dos horas.
Un
concierto que fue transcurriendo por estructuras, y mezclando canciones de
todos sus discos. Tras interpretar su cuarta canciĂłn llegaron las primeras
palabras de Bisbal al respetable, a Chiclana, a sus paisanos, a su club de
fans, incondicionales en primera fila, con pancartas y globos y que no dejaron
de bailar y animar todo el concierto. Y por Ăşltimo a todos los visitantes que
llegan en verano a esta localidad.
Tras
varias canciones con más ritmo, llego un momento más reposado, haciendo una
recopilaciĂłn de temas musicales más Ăntimos. Al terminar esta parte David
Bisbal quiso dar las gracias a todos los mensajes recibidos en las redes
sociales por su boda.
Una
de las canciones más esperadas y asà se hizo notar por el público, al ser de
las más coreadas, fue la de su primer disco DĂgale
y que Bisbal dio las gracias al respetable por acompañarle. Se cambió de ropa y
cantó Mi princesa acompañado del piano,
siendo el momento de grabaciĂłn de los mĂłviles del pĂşbico. Canciones como Torre de Babel y Al
Andalus subieron de nuevo el ambiente del concierto.
Al
finalizar la canciĂłn A partir de hoy
hizo la despedida, dando las gracias a todos y presentando a su banda de
mĂşsicos. El pĂşblico gritaba ¡otra, otra!..., y estaba claro que iba a volver
porque faltaba lo mejor del concierto, esos temas clásicos. Aunque pasen los
años, la gente las va a seguir esperando en los conciertos, y volvió el
almeriense con otro nuevo estilo en su vestuario.
EmpezĂł
a sonar BulerĂa y el pĂşblico estallĂł.
LlegĂł otra canciĂłn esperada, Ave MarĂa,
todas ellas con un ritmo brutal que hacĂa saltar del asiento al pĂşblico situado
en las gradas. Se hizo de rogar pero vimos su habitual salto y movimientos de
piernas que produjo una subida de adrenalina, finalizando con Oye el boom.
David
Bisbal no falla y el público se fue contento y feliz, tocándole palmas por
bulerĂas o cantándole “¡QuĂ© bonito, quĂ© bonito!”
en un momento de su actuación. Un gran espectáculo con una buena puesta de
escena. Y en el fondo del escenario se emitĂan los videoclips de las canciones.
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