Quo Vadis (¿A dónde vas?) España (II)

JUAN J. RODRÍGUEZ BALLESTEROS [colaboraciones].-

Días pasados les ofrecíamos la primera parte de este artículo sobre cómo ha ido evolucionando España con el paso de los siglos. Hoy les llevamos los avatares de una época más reciente. http://puentechico1.blogspot.com/2022/01/quo-vadis-donde-vas-espana.html

(FOTOS: Sevilla, 20-21 julio 1936 / Mujeres rapadas en la Guerra Civil / Prisioneros de San Pedro de Cardeña, Burgos / España, fosas de la Guerra Civil, localización / Refugiados españoles en Orán, 1939 / Campo de concentración franquista / Queipo de Llano. 8.000 ejecuciones / Guerra Civil. Fosa en Estépar, Burgos / Constitución Española de 1978, presidida por el escudo franquista / Juan Carlos I el 23-F / Juan Carlos de safari. 2006).

 

GUERRAS CARLISTAS Y FRANQUISMO

 

Y sin embargo quedó arruinada con el opio que Inglaterra plantó en la India y se lo metió a la fuerza hasta dejarla drogada y vendiéndose a saldo. Esa fue la libertad de comercio que desde Hong Kong se le impuso. El resurgir actual de China no es sino un volver a levantar cabeza después de semejante descalabro.

Puede afirmarse que la gran Monarquía Hispana fue viable mientras pudo seguir trayendo oro y plata de América. En cuanto faltó, la Península hubo de enfrentarse a sus fantasmas, primero en forma de guerras carlistas, y todavía la cuestión territorial sigue sin ser resuelta tras el largo túnel del franquismo que, de puro esperpento, se quiso también imperial, la patria “donde no se ponía el Sol”, así que todos a cantar el Cara al Sol ¡Todos! ¿Sirvieron de algo en Cataluña las consignas fascistas insultantes? del tipo: “Si no quieres hablar la lengua de los perros, habla la lengua del Imperio”.

 

Todo ello fue posible por la alianza de los monárquicos españoles con la Italia fascista, la Alemania nazi y los conservadores británicos, simpatizantes de los nazis hasta 1939 incluida la familia real, que actuaron como encubiertos colaboradores del golpe de estado contra la II República. Sólo que Franco, una vez en el poder, les privó a los monárquicos de su parte de la tarta. Dejó a don Juan en Portugal para siempre y consiguió traerse a Juan Carlos para educarlo a su manera.

 NECESITAMOS INMIGRANTES

 

Hoy la monarquía española y el reino de España ya no está encabezado por un Borbón cazador a lo grande, buen bebedor y con negocios opacos. Su hijo es un príncipe alemán que, quizás por los deslices amorosos de su padre, refugió su alma entre los apellidos de su madre: Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glüsksburg ¿de Grecia? Bajo su reinado y tras él, seguirá latiendo el problema territorial español.

 

Más nunca llegará plata americana para engrasarlo todo y dejar a un lado las disputas de esencias y fronteras. Tengan claro que si llegase a engrasarse bastante, hasta Portugal, vaticinan, podría reintegrarse en una Unión Ibérica; y esto no es sólo cosa de Ian Gibson. Pero ¿de dónde va a salir ese dinero? ¿De Frankfurt? ¿De Londres? ¿De Wall Street? ¿De Pekín? Mientras persistan tensiones territoriales, Alemania nos mantendrá con el gotero.

 

Pero nunca debemos olvidar que estamos en clínica privada y que hay que pagar la mayor factura que ha tenido este estado en su historia, la mayor Deuda Pública alcanzada, y que han de pagar las próximas generaciones. ¿Con tan pocos niños? Los actuales racistas españoles les están proponiendo el haraquiri a sus nietos si no dejan de azuzar la xenofobia que haga complicar el pago de la factura. O siguen llegando inmigrantes o nuestros nietos se quedarán sin pensión; o también ellos emigrarán.

INDEPENDENTISMO CATALÁN

 

Tengámoslo claro, no se va a llegar a ningún pacto territorial porque el tradicionalismo español, durante la Transición, entendió que cambiaba sus prebendas y medallas por una Constitución blindada por ellos, herederos de los guardianes de las esencias y el Fuero de los Españoles. El título VIII de la Constitución nunca se reformará porque para eso ganaron la guerra y el ejército es garante de ello “constitucionalmente”.

 

A todo esto resultó que, con el gobierno de Rajoy, se pasó del 20 a casi el 50% de catalanes independentistas, que le lograron sacar sus urnas. Se escucharon cosas como que “Cataluña es como una hija de España que ya se ha hecho mayor y quiere buscarse su propia casa”. Qué inocencia la de Gerard Piqué al referirse al procés con un argumento propio de Heidi.

 

Cierto que Zapatero prometió lo que no podía, y lo hizo porque no tenía claro que la Constitución era ya la nueva momia de El Pardo y además los conservadores les demostraron que nunca se podrá contar con ellos para cambiar ni siquiera el Consejo del Poder Judicial, sólo moverán ficha cuando tengan la sartén por el mango. Y ahora, desde que tienen a Vox mordiéndole los talones, peor aún, porque ¡pactar es traicionar a España!

HEREDEROS DE LOS GODOS Y LOS REYES CATÓLICOS

Y uno se pregunta ¿De qué España están hablando? Desde luego no de una jovencita como la de Piqué, sino más bien de una señora malquerida. Una España bronca, prisionera de su pasado, incapaz de hacer el menor esfuerzo por parecer atractiva. Pero os puedo asegurar que a la Constitución sólo la llevarán a la peluquería cuando así lo quieran los conservadores y tradicionalistas.

 

Y ¡nada de pelados, sólo teñirle las canas! Se sienten protectores y herederos de esa Hispania de los godos y los Reyes Católicos, reliquias con la que preservar su memoria histórica en la que al-Andalus ¡fue un hecho accidental que duró más de lo debido!, 800 años.

Por desgracia seguirán pensando que Franco salvó a España, lo siguen viendo como caudillo y no como dictador que provocó una guerra civil de exterminio tras fallar el golpe de Estado. Y recuerden, por raro que parezca, Stalin nunca promovió la revolución comunista en España, ese es uno de los bulos franquistas más incongruentes.

Su política estaba centrada en “la construcción del socialismo en un solo país”, en la URSS, y sólo por llevarle la contraria en eso asesinó a su gran rival Trotsky, que pretendía exportar la revolución, como también eliminó a los trotskistas españoles. Stalin no le regaló nada a la República, aprovechó la guerra para venderle armas a precio de oro.

MEDIO MILLÓN DE MUERTOS

 

La Constitución ha resultado ser un pacto a cambio del botín de una guerra provocada para “acabar con el desorden de los rojos”. Para acabar con el desorden de mil muertos por año de media, entre 1931 y 1936, se provocó una guerra que dejó medio millón de muertos. Sólo un tercio de los crímenes se cometieron en suelo republicano y el 60% de ellos se efectuaron en los primeros seis meses tras el golpe, debido al descontrol que se provocó, espejo de la bestial violencia desatada por la invasión del ejército africano: “La acción ha de ser en extremo violenta para reducir cuanto antes al enemigo”.

Eso dijo Mola, pero Franco, frío y calculador no tenía prisa; no quería dejarse atrás ninguna rata roja. Fueron dos genocidios, sólo que este último fue enormemente mayor, hizo de detonante del otro -pero no lo justifica- y se prolongó bastante más allá de la guerra civil. 25 años de paz de cementerio nos trajo.

Recuérdese que la guerra comenzó con la invasión de la península de diez mil magrebíes, rifeños, que en guerra santa podían, debían, aplicar sobre españoles ateos y rojos la misma violencia que habían sufrido ellos. Hubo un sanguinario ritual de desquite, de revancha tribal con violaciones y amputaciones incluidas, asesinatos desbocados usados como trompeta apocalíptica por los golpistas.

EXILIADOS, CAMPOS DE CONCENTRACIÓN Y 23-F

 

Dos tercios de los muertos fueron víctimas de los insurrectos, añadamos otro medio millón de exiliados con fuga de cerebros masiva, campos de concentración más el hambre y la miseria que supuso no recuperar el PIB hasta casi 20 años después. Así que hicieron realidad el sonámbulo veredicto de Ganivet. Los que murieron en el bando franquista fueron honrados, no así los republicanos cuyas familias aún siguen esperando el momento de cerrar su duelo y así apagar los rescoldos de la violencia que sufrieron.

 

Al menos devolvámosles sus muertos para que descansen en paz y dejen de rezar como traidores. A la cuestión territorial, hay que añadir el asunto de cómo llegó a instaurarse la Monarquía heredera del dictador, un rey con plenos poderes dictatoriales hasta que se aprobó la Constitución. Usen el YouTube, escriban Adolfo Suarez entrevista monarquía, y el que entonces fuera presidente del gobierno os revelará cómo hizo el chanchullo de anclar la monarquía a la consecución de las libertades; y a votar, o eso o el caos.

Estas cosas no se podían escribir, ni sé si te oirían entonces porque el rey estaba protegido y era intocable, había un pacto no escrito entre los medios de comunicación que lo hacía aparecer muy distinto de quien en verdad era. Él estuvo enterado de toda la trama y fue quien más ganó con el 23-F, siendo elevado al altar de Salvador de la Democracia del que cayó al suelo por tarambana elitista y por sus oscuros negocios. Se dice que Urdangarín no aprendió el oficio en casa de sus padres.

La Transición fue un periodo más oscuro de lo que después se hizo creer. Recuerden que no hubo depuración de las fuerzas de orden público, solo cambiaron de uniforme, por lo que los métodos franquistas continuaron aplicándose, con palizas incluidas, hasta principios de la década de los 90 del siglo pasado. Pregunten a los entonces llamados toxicómanos. Uno murió cerca de la calle Convento de Chiclana al más puro estilo George Floyd, pero sin repercusión social ni juicio.

DUDOSA LEGALIDAD DE LAS PRIMERAS ELECCIONES

 

El paro juvenil, la represión y las muertes por heroína, crearon un macabro escenario acorde con el precio que pagó la juventud de la modélica Transición. Nadie recuerda ya la alta tasa de mortalidad juvenil de aquellos años grises, edulcorados más tarde con La Movida.

 

Nadie recuerda ya la primera etapa de Juan Carlos I dictador, ni que la Constitución fue aprobada tras año y medio de bestial persecución y tortura de los republicanos a la izquierda del partido comunista (PCE). Ni que fue aprobada tras haberlos dejado noqueados y luego ilegalizados. A más de 25 partidos políticos les impidieron presentarse a las primeras elecciones generales con sus propias siglas.

 

En tales condiciones cabe preguntarse ¿Fueron libres las primeras elecciones democráticas? ¿Habrá que esperar una nueva guerra, una nueva dictadura, una nueva Transición para que pueda cambiarse siquiera una coma del texto constitucional?

 

No espero que el tradicionalismo español llegue a entender lo que hoy es España; no le interesa. De momento andan compitiendo con la selección española de futbol a ver quién saca más banderas rojigualdas a la calle. Fútbol, banderas, monarquía… ¡Ay si Unamuno levantara la cabeza!