El homenaje a Enrique de las Morenas, de los Últimos de Filipinas, se celebrará el 22 de noviembre
Se llevará a cabo con motivo del 125 aniversario del fallecimiento del capitán chiclanero en Baler.-
La primera teniente de alcalde, Ana González, y el coronel Julián González Juárez, comandante militar de la provincia de Cádiz y Jefe del Regimiento de Artillería de Costa Nº 4, presentaron los actos que se celebrarán con motivo del homenaje al capitán Enrique de las Morenas y Fossi por el 125 aniversario de su fallecimiento, que se desarrollarán el 22 de noviembre, miércoles, en la confluencia de las calles Constitución y Álamo.
González comentó que “Enrique de las Morenas y Fossi es un personaje ilustre de nuestra
localidad, al que rendimos estos honores, porque nos parece muy importante
tener en cuenta a uno de los héroes de Baler, uno de los últimos de Filipinas. Vamos
a tener un ensayo militar el martes, día 21, para lo que cortaremos parte de la
calle Constitución. Por ello quiero pedir disculpas por las molestias que se
causen, pero este acto bien lo merece. El día 22, desde las 11,45 horas, se
celebrará este homenaje, que se desarrollará en la esquina entre las calles
Constitución y Álamo”.
Reseñó que “desde
el cariño que le estamos poniendo a este acto, vamos a contar con el honor de
que nos van a acompañar familiares de don Enrique de las Morenas y Fossi, así
como don Ulises Bidón Vigil de Quiñones,
en representación del Consulado General Honorario de Filipinas en Sevilla que,
además, es nieto de don Rogelio Vigil de
Quiñones Alfaro, que fue el médico militar héroe de Filipinas. Creo que va
a ser un acto importante para la ciudad de Chiclana, breve, pero realizado
desde el cariño para conmemorar el 125 aniversario del fallecimiento de este militar”.
Por su parte, Julián González agradeció “la acogida en el Ayuntamiento. Este
reconocimiento se enmarca dentro de la efeméride del Ejército de Tierra, sobre
los cuatro siglos de gestas españolas en ambos hemisferios, que comprende todos
los actos y las gestas españolas, que se llevaron a cabo entre 1492 y 1898.
Este acto concreto queda enmarcado en los homenajes que se rinden a los héroes
de Cuba y Filipinas. Son muchos los que se vienen desarrollando en todo el país
con motivo de esta efeméride”.
Comenzará a las 11,45 horas el día 22 en la
Puerta del Ayuntamiento, contando con la colaboración del Regimiento de
Artillería de Costa Nº 4, para continuar con el acto en homenaje a los caídos
junto a la placa a Enrique de las Morenas. También está previsto que acuda el
nieto del homenajeado, Carmelo de las
Morenas.
ENRIQUE DE LAS MORENAS
Y FOSSI
Enrique de las Morenas y Fossi nació en Chiclana
el 23 de mayo de 1855 y falleció en Baler, Filipinas el 22 de noviembre de
1898, fue militar y uno de los Últimos de Filipinas. De familia acomodada, su
padre era juez, que ejerció en Chiclana y Cabra (Córdoba). En esta última
ciudad estudió e ingresó en la Academia de Infantería con 19 años el 26 de
junio de 1874 como cadete de infantería.
El 2 de abril del siguiente año, durante la
tercera Guerra Carlista, accede al empleo de alférez y es destinado al
Regimiento de Infantería de la Lealtad número 30, integrado en la División al
mando del general Arroyo, que combate a los carlistas en el frente catalán.
Participa, entre otras batallas, en una acción en Molins de Rey y
posteriormente en el socorro de Seo de Urgel. Por esta última operación es
ascendido a teniente por méritos de guerra y más tarde es nombrado, por la R.O.
de 2 de junio de 1876, Benemérito de la Patria.
Iniciada la Revolución Filipina, en 1896 es
ascendido a capitán, embarcando hacia allá el 18 de diciembre de ese año en el
vapor Magallanes, integrándose a su llegada en el Batallón Expedicionario
número 9, combatiendo en Cabanatuán y San Isidro. Tras su llegada a Baler,
procuró devolver la estabilidad al pueblo, muchos de cuyos habitantes lo habían
abandonado tras las primeras revueltas.
Para ello, solicitó a los pueblos cercanos que
enviasen arroz, que escaseaba en el pueblo, Procuró ganarse la confianza de los
locales, tanto los afectos a los españoles, como a los que habían participado
en el levantamiento, recientemente sofocado. Estableció la prestación personal,
denominada polo, con el objeto de
cultivar un huerto junto a la comandancia, medida que resultó impopular entre
los nativos.
La calma tensa se escenificó en el asesinato del
maestro Lucio Quezón, probablemente,
por su cercanía a los españoles. Quezón era persona cercana al capitán de las
Morenas, y padre del presidente de Filipinas Manuel L. Quezón.
EL SITIO DE BALER
Tras un breve periodo de tranquilidad, el 30 de
junio de 1898, durante una patrulla rutinaria, los hombres al mando de Cerezo
caen en una emboscada de los insurgentes filipinos, comandados por Teodorico
Novicio Luna, en ese momento, comienza el sitio. Los españoles, se refugian en
la iglesia del pueblo por ser el edificio más sólido y defendible en caso de
prolongarse la situación, que, finalmente, duró 337 días.
Enrique de las Morenas y los tres oficiales
establecieron las bases de la defensa, convirtiendo la Iglesia en un bastión.
Recibidas intimaciones para la rendición, Enrique de las Morenas respondió a
las mismas contestando que no se rendiría, e incluso, obviándolas, y no
contestándolas. En algún caso llegó a contestar de manera provocadora a los
sitiadores.
El 19 de julio, el coronel Villacorta intima a
la rendición, haciendo responsables a los oficiales de las desgracias que
pudieran ocurrir. De las Morenas contesta: “A
las doce del día de hoy termina el plazo de su amenaza. Los oficiales no
podemos ser responsables de las desgracias que ocurran, nos concretamos a
cumplir nuestro deber, y tenga usted entendido que si se apodera de la Iglesia
será cuando no encuentre en ella más que cadáveres, siendo preferible la muerte
a la deshonra”.
El 18 de octubre, Alonso muere de beriberi,
tomando el mando del destacamento Martín Cerezo hasta el final del sitio, en
junio de 1899. En aquel entonces De las Morenas ya estaba enfermo, y se fue
agravando gradualmente. El 22 de noviembre, Enrique de las Morenas, fallece de
beriberi.
En septiembre de 1899 es ascendido a título póstumo
al grado de comandante. En 1901 se le concedió la Cruz Laureada de San Fernando
de Segunda Clase. Tiene dedicadas calles a su nombre en Chiclana, Cabra, Baena,
y una plaza en Madrid. Sus restos, y los de los otros fallecidos durante el
sitio, fueron trasladados a España desde Baler. Está enterrado en el Cementerio
de la Almudena en el Mausoleo de los héroes de Cuba y Filipinas.
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