Miguel Aranguren presentó en “La Embajada” su libro “Toros para antitaurinos”

Fue organizado por la Peña Taurina Francisco Montes Paquiro y contó con la colaboración del torero local José Ruiz, antiguo alumno de la escuela chiclanera.-

El restaurante La Embajada fue el lugar elegido por la Peña Taurina Francisco Montes Paquiro, para la presentación del libro Toros para antitaurinos, de Miguel Aranguren, que estuvo acompañado del matador de toros chiclanero José Ruiz Muñoz, que fue alumno de la escuela que tiene la citada peña. La presidenta de la Peña, Rocío Oliva, fue la presentadora del acto.

Muchas personas en la sala, la mayoría pertenecientes a la Escuela Francisco Montes Paquiro, que no quisieron perderse dicha presentación, ya que el título avisa de lo que contiene la publicación. Comenzó Aranguren recordando a un torero de la tierra, Emilio Oliva Baro, nombrando las faenas que realizó en las plazas de toros de La Maestranza de Sevilla y Las Ventas en Madrid, un diestro al que admiraba.

El autor de Toros para antitaurinos es abonado de esta última desde que tenía doce años, semilla que le prendió acompañando a su abuelo algunos años antes. Manifestó Miguel Aranguren que le extrañaba que siendo Chiclana la cuna el toreo, no hubiese una plaza de toros, agregando que “la tauromaquia me ha dado momentos muy felices y nunca pude imaginar que estaría algún día en esta tierra”.

Reseñó así mismo que “soy novelista y tenía una deuda pendiente con la tauromaquia y pensé que había llegado el momento de hacer una novela taurina”. Señaló que “toqué el vestido de Paquirri y me pareció que había tocado a un héroe. Fue pocas semanas antes de su cogida mortal en Pozoblanco (Córdoba)”.

“LOS ANTITAURINOS NUNCA ME HAN IMPORTADO”

Acompañándolo en la mesa estaba el diestro chiclanero José Ruiz: “Estando con él he conocido algunas cosas más que el miedo. Éste es un complemento del torero”. Haciendo referencia al título de la obra indicó que “los antitaurinos nunca me han importado. Es peligroso caer en los tópicos”. Anteriormente ya había comentado que “los que tienen el antitaurinismo como ideología, son incapaces de dialogar. Mientras los aficionados los tratamos con desinterés, ellos son provocativos, insultan y atacan”.

Añadió que “respeto y admiración es lo que la tauromaquia produce con personas no taurinas, cuando han vivido desde dentro una corrida de toros”. En cuanto al libro, empezó con el relato de un torero, que luego se ha extendido a más de cien. Defendió que el toreo es “cultura y gracias a él hay un vocabulario inmenso en la lengua española”.

Aranguren tardó cuatro años en terminar la novela, “que me ha dado muchas alegrías, como estar en medios de comunicación que no dedican espacio a los toros, por ejemplo”. Aseguró que la gente joven “está volviendo a los toros con un comportamiento ejemplar. Estamos en el revivir del mundo del toro”.

ACTIVOS EN LA SOCIEDAD Y VALIENTES EN LA PLAZA Y EN LA CALLE

José Ruiz Muñoz también tuvo su parte de protagonismo: “Necesitamos ser activos en la sociedad y valientes no solo en la plaza de toros, sino también en la calle”. Recordó al maestro Emilio Oliva Fornell y sus enseñanzas, así como las tardes que pasó en la finca de Diego Oliva, “un rincón donde aprendí a torear”. Incidió en que el torero “es el embajador de su tierra. No me preocupo mucho del futuro, más del presente. Soñaba con pegar veinte pases en La Maestranza de Sevilla y el año pasado lo hice. Ahora a cumplir otro objetivo”.

Sobre el miedo del que habló Aranguren, José Ruiz aseveró que “cada uno tiene una manera de conocerse y a mí me gusta asistir a los sorteos de los toros, para saber cuáles me han tocado y quitarme así el miedo. Cuando sale en la plaza ya sé cómo es”. También citó a la fe: “Para mí es muy importante. El pilar de mi vida y mi profesión. El toreo es un acto de fe”.

Ruiz Muñoz lleva un año con su esposa en coma y con un hijo del que cuidar también, persiguiendo su pasión por la tauromaquia. Por ello, han organizado una corrida de toros en Guillena, Sevilla, a principios de 2025, a favor de personas con daño cerebral, donde él se lidiará los seis astados. Hizo un llamamiento a que los chiclaneros en particular y los aficionados taurinos en general, se desplacen hasta allí y contribuyan a esta loable causa.